En las redes sociales, el doctor Guillermo Amadeo Castellano quiso aclarar un episodio ocurrido en el programa de Mirtha Legrand, en el que estuvo almorzando el artista Luis Landriscina.
Señaló Castellano que Landriscina había dicho que la palabra "honorable" -por Honorable Cámara de Diputados, Honorable Senado, etcétera- derivaba de ad honorem "porque se prestaba un servicio a la patria y debía ser sin remuneración".
Agrega el letrado que "todos enmudecieron en la mesa, pero por NO SABER. Landriscina dijo una terrible pelotudez. Viene del latín, honos, de honrado, y era un premio con que el antiguo pueblo romano distinguía a alguien decente. Lo premiaban con un cargo público por su distinguida trayectoria, lo cual no significaba de ninguna manera que era ad honorem, es decir, solo por el honor y no remunerativo. Algunos no cobraban estipendio -depende el cargo- pero tenían importantísimos beneficios económicos".
Siguie diciendo Castellano: "Los abogados que estudiamos derecho romano hemos oído hablar del cursus honorum, que era la carrera política con que el pueblo marcaba y distinguía a un hombre honesto. Pero, reitero, lo de ad honorem, por servicio a la Patria, fue un verdadero invento de Landriscina que hizo creíble por ser él justamente un hombre de reconocida y recta trayectoria. Fue para la tribuna Luis!. Basta...! Hiciste una linda ensalada con datos no del todo ciertos, pero con el único fin de, como siempre, joder y joder a los políticos".
Por último dice Castellano: "Y ya que estamos, tengan en cuenta que el Concejo Deliberante se escribe con "c", porque viene de concilio y no del verbo aconsejar".
Señaló Castellano que Landriscina había dicho que la palabra "honorable" -por Honorable Cámara de Diputados, Honorable Senado, etcétera- derivaba de ad honorem "porque se prestaba un servicio a la patria y debía ser sin remuneración".
Agrega el letrado que "todos enmudecieron en la mesa, pero por NO SABER. Landriscina dijo una terrible pelotudez. Viene del latín, honos, de honrado, y era un premio con que el antiguo pueblo romano distinguía a alguien decente. Lo premiaban con un cargo público por su distinguida trayectoria, lo cual no significaba de ninguna manera que era ad honorem, es decir, solo por el honor y no remunerativo. Algunos no cobraban estipendio -depende el cargo- pero tenían importantísimos beneficios económicos".
Siguie diciendo Castellano: "Los abogados que estudiamos derecho romano hemos oído hablar del cursus honorum, que era la carrera política con que el pueblo marcaba y distinguía a un hombre honesto. Pero, reitero, lo de ad honorem, por servicio a la Patria, fue un verdadero invento de Landriscina que hizo creíble por ser él justamente un hombre de reconocida y recta trayectoria. Fue para la tribuna Luis!. Basta...! Hiciste una linda ensalada con datos no del todo ciertos, pero con el único fin de, como siempre, joder y joder a los políticos".
Por último dice Castellano: "Y ya que estamos, tengan en cuenta que el Concejo Deliberante se escribe con "c", porque viene de concilio y no del verbo aconsejar".
Comentarios
Locución latina y castellana. Honorario, honorífico, lo que da a entender que una persona desempeña un cargo u ostenta una calidad por el honor que representa y sin obtener ningún beneficio económico.
(Fuente: OSSORIO, M. (2000). Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Ed. Eliasta, Ed. 27°, Buenos Aires, p. 58)
"cursus honorum, que era la carrera política con que el pueblo marcaba y distinguía a un hombre honesto."
ninguno califica para el puesto.
Luis, buen comediante y excelente narrador, te equivocaste "fiero" hermano
Así fue como el secretario de la Presidencia lo vio vendiendo productos Colibrí en de las anilinas y pomadas en Plaza de Mayo, al comunicárselo al Presidente J.P Justo, éste le entrega un sobre con dinero para Elpidio, ante aquel buen gesto respondió: “No voy a permitir que me ofenda el Presidente ni nadie, por mas buena voluntad que haya en el medio”. Debido a esta circunstancia, el Diputado conservador Adrián Escobar presenta un proyecto de ley que establece la pensión vitalicia para los ex presidentes y vicepresidentes. En el debate parlamentario, se hace alusión al caso de Gonzáles.
Cuando un amigo le comenta eufórico a Elpidio que de ahora en mas cobrará 2000 pesos de jubilación por sus funciones, la respuesta fue tajante: “No, yo no puedo aceptar eso. Hay que servir a la Nación con desinterés personal, y después de disfrutar e honor de haber sido presidente o vice, no se le puede exigir al Estado que nos mantenga con altos sueldos vitalicios”. De ese hombre no queda ni memoria, pero sí quedó la ley de jubilaciones de privilegios. Estos "honorables" debieran ser los primeros en renunciar a semejantes retribuciones, para poder ser mirados con "honor".
En vez de defender la etimología de la palabra Honorable, porque no defendemos la Acción de la Palabra, el que no es Honorable, preso, se acaba el gasto,pues quedarían muy pocos
Como guionista en "Todo por 2 Pesos" hubiera hecho estragos!!!