En menos de una hora llovieron 40 milímietros en un sector del Gran Buenos Aires, con epicentro en el distrito de San Martín. Las imágenes que mostraba la televisión fueron elocuentes con el agua que ingresó a las casas y provocó todo tipo de desastres.
Sumideros tapados, basura por doquier, etcétera, el paisaje de las calles de Villa Maipú, en San Martín, con los vecinos haciendo tareas "municipales" para tratar de que corra el agua, en medio de una basura infernal.
En La Nación+, con el periodista Hugo Macchiavelli a la cabeza, se mostraron las imágenes y se expresó la indignación de los vecinos porque después de cuatro horas del temporal no apareció Defensa Civil, la Municpalidad -el intendente Moreyra brilló por su ausencia en un distrito que tiene como líder al ministro de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, Katopodis- la policía dijo que no se acercaba al lugar porque "no había heridos" y no tenían elementos.
Los vecinos aseguraron que se cansaron de llamar a Defensa Civil sin respuesta ni presencia.
Así las cosas estos vecinos, que sufrieron los efectos del temporal ("las aguas bajan turbias") están viviendo una Nochebuena y una Navidad indeseables. Porque perdieron electrodomésticos, se muojaron los colchones, los muebles, los enseres... Muchos tuvieron que pasar la noche en casa de familiares y hoy esperan la solidaridad de un municipio (Estado) ausente, que se quejan del presidente Javier Milei pero que ante la problemática inmediata esquivan el bulto.
Quizás en los últimos comicios del 26 de octubre tengan la gran respuesta a su desidia. Y para colmo en algunos municipios, donde no llovió o muy poco, se vive la verguenza de peleas internas entre la Cámpora y los seguidores de Juan Grabois. Pasó en Quilmes, con Grabois cruzándose con la intendenta Mayra Mendoza -hoy es legisladora provincial pero no deja de mandar en la comuna- y en Lanús entre los referentes de Grabois y el intendente Julián Alvarez (se llama igual que el ex delantero de River y hoy en el Atlético Madrid).
Alguna vez los políticos se pondrán el overol de la realidad y se ubicarán del lado de la gente, aunque muchas veces se escudan en ella para seguir olvidándose de la gente.
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