En el bosque platense, desde las 17, con el arbitraje de Facundo Tello, juegan el histórica clásico Gimnaia y Estudiants, por un lugar en la final ante Rácing, que ayer eliminó a Boca en la Bombonera.
El Lobo quiere aullar ante su gente y superar todos los obstáculos que tuvo este año, entre ellos el atraso en el pago de sueldos, que determinó incluso que el plantel se tome un día de huelga para no entrenar.
De todas maneras, el equipo del ignoto Zaninatto viene en alza y en esta aventura dejó afuera a Unión en Santa Fe y al equipo del poder y del presidente de AFA, Barracas Central.
Estudiantes llegó al Reducido casi milagrosamente y también ganó sus partidos de visitante: ante Central en Rosario y frente a Central Córdoba de Santiago del Estero.
La historia de los últimos enfrentamientos del clásico es ampliamente favorable al León pero el Lobo sabe que hoy tiene una gran ocasión para tomar revancha y quedar a un paso de un título en la primera división del fútbol argentino.
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