Estados Unidos, con el presidente Donald Trump, declaró que el cartel de los soles es una organización terrorista. Frente a ello, con la tensión que significa el conflicto entre Estados Unidos y Venezuela, el presidente de facto del país caribeño, Nicolás Maduro -acusado de liderar ese cartel- tomó la cuestión en solfa y se mostró bailando en su despacho. Una muestra mas de la inconciencia de un gobernante, que usurpó el poder en su momento, que no respetó la decisión de las urnas, y que tiene precio millonario por su captura.
La presencia de los Estados Unidos en los mares del Caribe, cercanos a Venezuela, constituye una amenaza para el país del citado Maduro. Se habla de negociaciones por una salida "elegante" del dictador, aunque no se descarta que la cuestión se complique en los próximos días.
Maduro, no hay que olvidar, hace unos días declaró que empezaba la Navidad en Venezuela. Habrá que ver si Maduro, que baila en la cubierta del Titanic y que ignora el volcán sobre el que está parado, termina huyendo de su país o si acelera la reacción de defensa, con todo el riesgo que eso implica.
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