JOSE LUIS ESPERT DIO EL PASO AL COSTADO... ¿Y LOS DEMAS?

 Quizas haya sido demasiado tarde pero hay que valorar el gesto del candidato José Luis Espert, quien terminó dándose cuenta que su postulación perjudicaba al presidente de la Nación, Javier Milei, y a la Libertad Avanza.

Espert, como subrayó el jefe de gabinete, Guillermo Francos, se dio cuenta de que perjudicaba al partido y al presidente y dio el paso al costado, bajándose de la candidatura.

Ahora tendrá que decidir el juez si se pueden reimprimir las boletas, es decir si hay tiempo material para ello y de ser así, la Libertad Avanza tendrá que conseguir los 10 millones de dólares que en principio costará esa reimpresión, sin la cara de Espert.

Por ahora, en primer lugar estará Karen Reinhard y después, Diego Santilli, aunque algunos recurren a lo que dicen las normas en el sentido de que si un candidato renuncia o fallece deberá ocupar ese lugar otro del mismo sexo, en este caso sería Diego Santilli.

Lo cierto es que frente a la magnitud y el revuelto que generó el caso de Espert y su relación con el empresario narco Fred Machado, preso en Viedma y tramitándose la extradición a Estados Unidos, el involucrado, después de repetir muchas veces que no iba a renunciar y de sostener su inocencia, aunque con pocos argumentos creíbles, terminó por decidir el paso al costado.

El presidente lo sostuvo como pudo pero como adelantó ayer en su columna de La Nación el periodista Jorge Fernández Díaz -cuando escribió su texto todavía no se sabía de la decisión de Espert- tenía que entender Milei una máxima de Chesterton: La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo. 

Es decir, la cordura terminó por ganarle a la locura.

Y algo mas decía Fernández Díaz. "El mandato de Milei no acaba en unos comicios de medio término. Continua y el estará obligado a abandonar el aventurismo político y la soberbia congénita, y a reformular por completo prácticas económicas y políticas, pagando el precio que deba para terminar con la inestabilidad y abriéndoles puertas y ventanas a los aliados y a los gobernadores.

La realidad, que es la única verdad, le exige al snob acabar con las anomalías".

Sería bueno que, de ser necesario, todos los candidatos terminen actuando como Espert, incluso tomándose su tiempo para evitar la decisión. Desde Jorge Taiana, con su pasado y la presunta leyenda del bar Ibérico en plena democracia, julio 1975, hasta el último candidato que tenga algo para explicar a la opinión pública.

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