Solo en una republiqueta bananera puede darse esta imagen para la posteridad. Porque frente a la cárcel de Cristina Kirchner, San José 1111, se han ubicado vendedores de choripanes y sandwich de mondiola, como si se jugara unpartio de fútbole n las inmediaciones.
Lo cierto es que los militantes K pueden degustar de estos manjares, que según uno de los vendedores orillan entre los 7 y los 10 mil pesos.
¿Qué dirá el fiscal Luciani al ver estas imágenes cuando está reclamando a viva voz que la condenada devuelva aquello con lo que se quedó, que junto a su banda alcanza la friolera de 684.990.350.139,86 pesos?
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