La Cámpora, que difícilmente sepa la realidad del personaje que les impuso su nombre -Héctor José Cámpora, quien fue delegado de Juan Perón y llegó a la presidencia el 11 de marzo de 1973, como paso previo a la tercera presidencia del propio Perón, que terminó peleándose con el propio Cámpora- anunció para este viernes 17 de octubre una caravana hacia la cárcel domiciliaria donde está cumpliendo su condena Cristina Kirchner.
En los afiches que acompañan la movida se muestra a Cristina y a Perón como si hubiera simbiosis entre ambos, cuando todos recuerdan que la propia Cristina alguna vez fue muy dura al calificar a Perón.
Sin embargo, la Cámpora no hace caso a ese aspecto de la historia y pretende transformar el 17 de octubre de este año -se cumplen ocho décadas de aquel histórico día de 1945- en un acto de lealtad a la jefa, CFK, con el lema de Argentina con Cristina, como si esa rima expresara el pensamiento de la enorme mayoría de los ciudadanos.
Se recuerda aquel 17 de octubre y se olvida, quizás maliciosamente, al gran protagonista de esa gesta, que fue el sindicalista del gremio de la carne, Cipriano Reyes.
En su libro Yo hice el 17 de octubre, Cipriano Reyes relata con lujo de detalles todo lo que fue la organización de esa movida hacia Plaza de Mayo para reclamar, como al fin ocurrió, la libertad de Juan Perón, quien estaba preso en la isla de Martín García.
Cipriano Reyes representaba al partido Laborista e incluso fue diputado nacional por esa agrupación, pero mas tarde se peleó con el propio Perón, que quiso cooptar al laborismo y no quiso que se cumpliera el pensamiento de Reyes, quien defendió con toda vehemencia su pertenencia al laborismo.
Perón no quiso que los diputados del laborismo siguierann representando a ese partido y decidió disolverlo. Cipriano se negó públicamente y terminó preso por el peronismo, incluso fue torturado.
En su libro Yo hice el 17 de octubre dijo que "aquella erea una revolución popular y pacíica, la mas auténtcia revolución popular y pacífica de latinoamerica y del mundo, que levantó las baneras de la emancipación de lo trabajadores y la liberación de la República".
TRENES PARADOS
En el libro cuenta todo lo que significó ese 17 de octubre, cómo comandó la organización desde su sindicato en Berisso y cómo articuló la movida con otros sindicatos -aunque señaló que muchos no se plegaron a la medida de fuerza y recién lo hicieron al día siguiente, 18 de octubre, consagrado como San Perón- y relata lo que ocurrió, por ejemplo, con los trenes que desde La Plata vía Quilmes. "Habían paralizado su recorrido por la acción del Comité de Huelga y por la adhesión de muchos trabajadores del riel, que operaban en nuestro moviiento al margen de sus respectivas organizaciones gremiales".
Asimismo cuenta lo ocurrido en el puente del Riachuelo que ante la llegada de miles de manifestantes fueron levantados y obligaron a buscar otros pasos, incluso recurrir a canoas para atravesar precisamente ese Riachuelo.
A LOS BOTES
Y contó un hecho insolito: "A orillas del Riachuelo, había varias pilas de madera, troncos y palos de árboles, algunas canoas y pequeños botes viejos abandonados. Los mas audaces manifestantaes se lanzaron al agua abrazados con una mano a esos troncos, tablones o asidos a los bordes de las canoas o botes y remando con la otra mano trataban de cruzar a nado. Aquello era un espectáculo maravilloso, algo así como el éxodo de una guerra de Corea o Vietnam, de Biafra o del Congo o el avance de un ejército civil que se lanzaba a retomar los bastiones de una ciudadela copada por el enemigo.
Mas adelante relató que en un determinado momento las pasarelas del puente comenzaron a bajar y la muchedumbre con una fragorosa exclamación de entusiasmo se lanzó para pasar al otro lado.
"Un contingente policial y de marineros de la Prefecteura, pertrechados con armas largas, nos cerraban el camino hacia la calle Vieytes y a Pedro de Mendoza, esta última paralela al Riacheulo. La concentración avanzó arrolladora. Se ecuchó una descarga cerrada de armas de fuego. La gente se quedó semipaarlizada, sorprendidos se miraban entre si para cerciorarse si había algun herido.
Tiraron al aire! Vamos adelante. Volvió a movilizarse la multitud y los policías y marinos, que habían hecho una barrera formando cadena de hombre a hombre, tonmados de las manos, para evitar que avanzáramos fueron casi arrollados por la gente. Un oficial de políca gritando entonces ordenó: Dejen pasar! !Quién ataja esto".
Perón y la multitudSobre la medianoche de ese 17, Perón habló desde el balcón a la multitud que copaba la Plaza de Mayo.
En síntesis, el vibrante relato del gran hacerdor el 17 de octubre, que fue ninguneado y perseguido por el peronismo porque nunca se arrodilló y mantuvo firmes sus convicciones.
EN QUILMES
Años después, quien también se destacaba como escritor y poeta, se radicó en Quilmes y vivió en la esquina de Moreno y 25 de Mayo, junto a su pareja, la escritora Sara Sastre.
Cipriano murió el 1 de agosto de 2001 a los 94 años.
Era hijo de un artista de circo uruguayo. Tuvo siete hermanos y su padre llegó a la Argentina para trabajar con los Podestá, en el circo criollo.
En 1921, con 14 años, se mudó a Zárate con sus padre y trabajó en el Frigorífico Armour, donde en 1923 participó en la fundación del primer sindicato de la carne en el país.
Tras vivir en Necochea en 1940 se radicó en Berisso. Ahí trabajó en el frigorífico Anglo y se destacó como militante sindical en un gremio con fuerte presencia comunista.
A fines de 1943 lideró el Sindicato Autónomo de la Industria de la Carne.
En la revolución del 4 de junio de 1943, Reyes fue uno de los sindicalistas que integró la alianza de un sector del movimiento obrero -con Angel Borlenghi, Juan Bramuglia, José Domenech, David Diskin, entre otros- con un grupo de jóvenes militares, encabezados por los coroneles Juan Perón y Domingo Mercante, que se hizo fuerte en la Secretaría de Trabo y dio origen al peronismo.
Participó de la gesta del 17 de octubre que logró la liberación de Perón, preso en la isla de Martín García.
El Laborismo, con Reyes a la cabeza, apoyó la candidatura de Perón a la presidencia el 24 de febrero de 1946. El laborismo fue decisivo en el triunfo peronista y Reyes fue elegido diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
Diez días antes de asumir la presidcencia de la Nación, Perón dispuso, en un mensaje del 23 de mayo de ese año, la disolución del partido Laborista, la UCR Renovadora y los Centros Cívicos Independientes, que serían sustituidos por un partido con Perón como titular.
Reyes se opuso a esa decisión y sufrió las consecuencias. El 4 de julio de 1947 sufrió un atentado a la salidad de su casa: el taxi en el que viajaba fue ametrallado, murió el chofer Ignacio Fontán y Reyes resultó malherido.
El 24 y 25 de septiembre el gobierno anunció que un grupo comandado por Cipriano Ryes planeaba asesinar a Perón y su esposa el 12 e octubre a la salida del teatro Colónl Reyes fue encarcelado y torturado
Cipriano estuvo detenido hasta 1955, cuando fue liberado por indulto tras el golpe de la Revolución Libertador.
Reorganizó el partido Laborista en 1957 con una posición opuesta a la dictadura militar, trató de restablecer la Constitución de 1853/60 que había sido derogada por la de 1949.
Murió en el Hospital de Agudos San Martín de La Plata.
Este viernes se cumplen ochenta años de aquel 17 de octubre de 1945, y vale la pena recordar a alguien que fue uno de los principales hacedores, como Cipriano Reyes.



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