Los K no creen en la República y están agitando las aguas para que el gobierno se complique.
Por eso no extraña que desde la cárcel, que no es la de Alcatraz ni mucho menos la del fin del mundo en Ushuaia, la ex presidenta, presa en su domicilio después de un juicio que atravesó a muchísimos magitrados y que contó con una avalancha de prueba, Cristina Kirchner siga manejando los hilos y participe de una operación, que cuenta con los kirchneristas duros que le hacen el juego.
Hoy dijo que se escuchaba el tic tac en el gobierno porque estaba por estallar la bomba.
En el mismo sentido un seleccionado de impresentables, políticos,periodistas, comunicadores, etcétera, que no respetan la división de poderes, tampoco la justicia, se están encargando de avivar el fuego echando mas nafta.
El periodista Villarruel, diciéndole al presidente Javier Milei que no provoque al pueblo porque puede tronar el escarmiento (curiosamente lo dice hoy que se cumplen 70 años de la caida del gobierno de Juan Perón). En el mismo sentido se pronuncian los periodistas K en los medios afines y curiosamente el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, dice que Cristina está presa "injustamente", ignorando y violando completamente todo lo que significó un juicio ejemplar que terminó condenándola. Incluso, comparar a CFK y su causa -una de tantas porque hay mucho mas en el futuro-con lo que le pasó a Lula da Silva parece un despropósito de un dirigente, que envalentonado por el resultado de las elecciones en la provincia el domingo cree tener derecho para decir cualquier cosa.
Mañana será un día muy particular en el país con las marcha al Congreso y las movilizaciones para apoyar que el Parlamento logre rechazar los vetos presidenciales en las materias de financiamiento universitario, el Garrahan, la discapacidad y los jubilados.
Será un miércoles complicado y ojalá que las cosas no pasen a mayores.
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