Las im+agenes son elocuentes. Barras que esperaban al micro que trasladaba a los jugadores y cuerpo técnico de Quilmes desde Lomas a la Villa Centenario agredieron la unidad. Hubo vidrios rotos y amenazas. El famoso !pongan huevos! e incluso panfletos que hablaban de que hay que ganar porque si Quilmes se va al descenso, los futbolistas irán al hospital. Concretamente decían: Jugadores mercenarios, si nos mandan al descenso, los mandamos al hospital
Lo mismo pasó días pasados en Ferro Carril Oeste y el elenco Verde le ganó a Colegiales y respiró un poco aliviado.
Así las cosas llamó la atención que en la entrada del estadio Centenario no hubiera personal de segurida para resguardar a los futbolistas y cuerpo técnico.
Las imágenes se viralizaron y llegaron a los medios nacionales.
Quilmes es un volcán en erupción, porque al estar cerca del fondo comienza a recrudecer el clima enrarecido, como para calentar lo que viene, que es el partido del próximo viernes en el Centenario ante San Miguel y después, el 28 de agosto, también de local con Alvarado.
En el medio está el acto eleccionario del 31 de agosto, aunque todo parece indicar que habrá una sola lisa con la Agrupación Plateada que postula la candidatura de Carlos Giulianetti, con el apoyo de los ex futbolistas Miguel Caneo y Adrián Giampietri.
El 19 de agosto vence el plazo para presentar listas y el 23 es la asamblea de representantes.
Habrá que tener el temple necesario, desde la directiva que encabeza el presidente Mateo Magaa´na, para superar este tsunami que atraviesa al decano del fútbol argentino, a fin de evitar males mayoes.
Mañana el plantel volverá a los entrenamientos, con la dupla interina, Néstor Frediani y Ricardo Vendakis, y desde el club habrá que dar toda la seguridad necesaria para que los violentos de anoche no vuelvan a mostrar su intolerancia.
Como diría Rudiyr Kipling, habría que recordar aquello de "si puedes conservar tu calma en la borrasca...".
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