No fue la rueda ideal la que jugó Quilmes en esta primera parte del torneo de la primera Nacional. Quedó fuera del reducio con apenas 22 puntos sobre 51 posibles (o sea algo así como un poquito mas del 40 por cieneto).
Magra producción para quien apuesta a pelear por el ascenso. Queda otra rueda, o sea habrá otros 51 puntos en juego y el Cervecero tendrá que cosechar mucho mas si quiere entrar al Reducido y pelear bien arriba.
El torneo tiene un receso de una semana -solo se jugarán partidos suspendidos en su momento- y Quilmes volverá con un duro desafío: el viernes 13 de junio visitará en Salta a Gimnasia y Tiro, para luego recibir al Deportivo Maipú.
El técnico Sergio Rondina sabe que en los últimos partidos -Quilmes lleva siete sin ganar- su continuidad estuvo en duda. En ese sentido, tras el empate con Tristán Suárez reconoció que la campaña fue mala y si se hubiese ganado en ese partido podría calificarse de regular.
Explicó que el equipo sufrió muchas caidas, porque en ataque concretó casi como los que mandan. La diferencia estuvo atrás, por errores que se pagaron caro. Desde el arquero Esteban Glelle -partidos con Gimnasia y Tiro y Deportivo Madryn en el Centenario- hasta los defensores, con los altibajos propios y el mal de ausencias por lesiones. La mas notoria, la de Lionel Vangosione, quien arrastró males que le impidieron estar en varios encuentros. Cuando estuvo, su personalidad futbolística apareció, pero fueron muy pocos partidos.
Otro defensor que quedó en deuda, Maximiliano Padilla, quien llegó con lesión de arrastre y se complicó a tal punto que estuvo mas afuera que adentro.
A eso se suma la grave lesión del lateral por izquierda, el pibe Gurzi, quien estará seis meses afuera.
Rondina reconoció que en la charla con los directivos se habló de refuerzos y se espera concretar los cuatro cupos que permite el reglamento. Dijo que no se buscará arquero -no olvidemos que se fue con un portazo Maximiliano Gagliardo- por lo quedarán Esteban Glellel y Lautaro Herrera en ese puesto.
La búsqueda irá por un lateral por izquierda, además de volantes y/o delanteros.
El objetivo es mejorar ostensiblemente lo realizado y volver a enamorar al hincha, que en el caso del quilmeño es muy exigente. Son muchos años en el principal torneo de ascenso y siempre la meta es volver a primera.
Por ahora hay que conformarse con los recuerdos y de vez en cuando hacer el homenaje a los equipos que en tantos momentos lograron ese ascenso.
No hay que olvidar tampoco que este es un año electoral. Ya el presidente Mateo Magadán anunció que serán entre el 31 de agosto y mediados de setiembre.
En principio hay varias agrupaciones en pugna, con la duda del presidente si volverá a postularse o no. Lo está pensando y seguramente, evaluará los pro y los contra. En el último partido en el Centenario, ante San Martín de Tucumán, la pasó mal con los insultos de plateístas.
Las agrupaciones; Plateada, con el candidato Carlos Giulianetti, con el apoyo de los ídolos, Miguel Caneo y Adrián Giampietri; el oficialismo, la Negra, con Mateo Magadán y sus dudas; agrupación Verde con el juez de faltas municipal, Adrián Rodríguez; la Celeste con Guillermo Galetto, Lucas Araujo, Gastón Vázquez y Lisandro Lopez como referentes. La Gris, con el coiffeur Mariano Schibba.
Otro candidato que se mencionó es el concejal Mariano Casado, incuso aparecieron pasacalles con esta persona que promueve "nos merecemos Primera".
Desde el viernes 13 -no apto para supersticiosos- Quilmes se lanza a la gran aventura de borrar lo malo de la primera vuelta y apostar a un protagonismo que lo lleve en principio a jugar el Reducido.
Por ahora, Atlanta, líder y San Martín de Tucumán, escolta, son los que alientan la mejor posibilidad de llegar a jugar la final con el ganador de la otra zona. El Bohemio realizó una gran campaña y aprovechó la caída del tucuman en la Ciudadela ante un San Miguel que ganó su primer partido de visitante.
El tucumano ya había mostrado algunas falencias en cancha de Quilmes, al igual que el partido en su casa con Rácing de Córdoba. El parate le vendrá muy bien para recuperar la memoria.
Volviendo a Quilmes, los sueños siguen intactos y pueden transformar la pesadilla de las primeras fechas en lo mejor que se puede alentar: EL ASCENSO.
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