El periodista Hugo Macchiavelli, de La Nación+, vivió anoche una situación complicada en el programa que condujo con participación de la diputada nacional Santillán y dos chicas jóvenes, universitarias. Una, Isabel González Puente, hiperkirchnerista y otra, libertaria, Rocío. Gómez.
Se habló de la condena a Cristina Kirchner, la decisión de la Corte Suprema, el proceso que duró mas de quince años con una carrada de pruebas para terminar con la condena.
Sin embargo, mientras la legisladoera libertaria y la universitaria daban la razón a la justicia, la representante del kirchnerismo se encargaba de criticar todo el proceso, asegurando, sin ponerse colorada, que era un ataque a la democracia. Decía que no había pruebas, que los jueces estaban direccionados por el ex presidente Mauricio Macri y demás.
En algún momento la discusión pasó a mayores, se levantó el volumen. La kirchnerista no permitía hablar a las otras exponentes y las cosas terminaron cuando la diputada Santillán dijo que el kirchnerismo padecía una enfermedad mental. La kirchnerista entendió que la apuntada era ella, y sostuvo que la estaban calificando de enferma mental. Santillán le aclaró que se refería al kirchnerismo, que no aceptaba la división de poderes ni la gestión de la justicia.
En un momento todo estuvo desbordado y el conductor terminó pidi ndo un pase a la tanda comercial para no seguir con la batalla de palabras.
Quedó como balance la grieta que hoy hay en cuanto a la condena de Cristina Kirchner. El sistema republicano, la democracia con la división de poderes, y la justicia que tuvo 19 magistrados y quince años para terminar con este desenlace, que rubricó la Corte Suprema.
Y por el lado del kirchnerismo, la devoción casi irracional hacia "la jefa", que parece entenderlo y que baila en el balcón la danza de la prisión, como si fuera una medalla de honor. En fin...
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