Por totalEduardo Menescaldi
Un día como hoy, primero de mayo, día del trabajador, quiero recordar a Papa Juan Carlos, nacido un primero de mayo de 1922.
Un hombre que se hizo de abajo, desde la carnicería del abuelo Carlos y que construyó una enorme y gran familia, que lo sigue recordando en sus hijos, nietos y bisnietos.
Junto a mamá María Pastora edificaron una familia, sustentada por los principios y valores resumidos en honestidad, transparencia, trabajo, esfuerzo, estudio, consideración y respeto por los demás.
Quien fuera presidente de la Nación tres veces en la Argentina, Juan Domingo Perón, solía presentarse como el primer trabajador, en virtud de su apoyo a la clase obrera y al sindicalismo. Sin embargo, en la virtud también estuvo el pecado, porque en la actualidad esos sindicalistas no representan los auténticos valores de los trabajadores y muestran una total falta de respeto a los derechos de esos trabajadores que dicen representar. Incluso se mantienen atornillados al poder de su cargo por años y años, ocupando sus lugares desde hace décadas.
Por eso, al celebrar el cumple de Papá lo recuerdo como el verdadero primer trabajador, porque nació el día del trabajador e incluso, como taquígrafo, en aquellos tiempos -hasta la reforma constitucional de 1994- todos los primeros de mayo estaba firme en el recinto de Diputados cuando se abrían las sesiones ordinarias del Congreso. La celebración en familia se dilataba porque había que esperar que regresara a casa después de su actividad taquigráfica.
Papá fue doctor en ciencias económicas, taquígrafo, filósofo, y fundamentalmente un hacedor de familia que dejó huellas para la eternidad.
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