Enésima inundación en Quilmes, después de intensas lluvias. El desborde de los arroyos, léase Las Piedras, Santo Domingo, desató nuevamente la discusión entre la ficción y la realidad.
Eso sirvió para recordar las obras que se anunciaron en muchas oportunidades, y si bien algunas se iniciaron se quedaron relegadas en su ejecución.
En este sentido, el municipio repartió baldes, trapos y lavandina a los vecinos afectados. Y eso generó la reacción de la senadora provincial, de la Libertad Avanza, Florencia Arietto, quien tuvo un duro cruce con el ex senador provincial y secretario de Comunicación de la intendencia de Quilmes, Alberto De Fazio.
Florencia dijo que era una verguenza que el municipio le de un balde al vecino y De Fazio la trató de ignorante, resaltando que después de la inundación, para la limpieza se necesitaba primero lavandina y por supuesto, baldes. "Se ve que nunca en su vida estuvo en una inundación" desafió el funcionario quilmeño.
Estos cruces mezquinos de los políticos, en realidad ocultan una situación estructural que resulta interminable. Las viviendas en lugares poco habitables, la falta de entubamiento de los arroyos, un peronismo que gobernó la mayor parte del tiempo desde la vuelta de la democracia, que se cansó de prometer y se olvidó de la máxima del general Perón: Mejor que prometer es realizar.
En estas mas de cuatro décadas de democracia en la provincia la deuda de los que gobernaron y gobiernan es histórica. La pregunta que habría que realizar es dónde fueron los fondos para las obras en el conurbano bonaerense. Aquí vale recordar el histórico Fondo del Conurbano. O la carrada de fondos que recibió el gobierno de Axel Kicillof en la era de los Fernández -Cristina y Alberto- con el ministro de Economía, Sergio Massa, y sus planes platita.
Sin embargo, hoy los barrios muestran los efectos de la desidia, el abandono, la injusticia, el clientelismo, el populismo y demás males. Así siempre se ocultó bajo la alfombra la solución de los problemas y se buscó resolverlos con planes, subsidios, migajas, etcétera, y todo sigue igual o peor, agravándose o poniéndose en primera plana cuando suceden tormentas inusuales como las últimas, hace dos meses en Bahía Blanca y ahora principalmente en Zárate y Campana. Cada vez que eso pasa, en particular Quilmes sufre las consecuencias. Sobre todo, en la zona de los arroyos que siguen sin ser entubados o con bombas que no se accionaron por falta de combustible, como denunciaron los vecinos del barrio La Sarita.
Hay una cuota de esperanza ahora, porque se public desde la provincia que se destinará una suma superior a los 5000 millones de pesos, en dos períodos, este año y el próximo para realizar obras que puedan mitigar las inundaciones que sufren los vecinos siempre que llueve y desbordan los arroyos. La zona: arroyo San Francisco entre las calles Zapiola y Montevideo, en Bernal Oeste.
Si se vuelve al comienzo de la nota, la pelea De Fazio-Arietto, es un botón de la gran muestra provincial de las promesas realizadas y las realizaciones incumplidas. Ojalá que esta enésima inundación sacuda a los funcionarios para que de una vez por todas se pongan las pilas para que los vecinos no sigan sufriendo sus peleas baldes-lavandinas vs. obras sin realizar o terminar.
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