Dice un mensaje futbolero que no hay mejor defensa que un buen ataque. Cristina Kirchner lo aplica a todo ritmo cada vez que produce expresiones en las redes. Una larga chorrera de palabras que últimamente tienen siempre el mismo destinatario: Javier Milei, con el "che Milei".
Después de los anuncios de anoche del ministro de Economía, Luis Caputo y del propio presidente de la Nación, con el levantimiento del cepo, hoy se despachó con una larga perorata, poniendo el acento en los errores del gobierno y de lo decidido, según ella, por la desesperación de la situación económica, después del incremento del índice de inflación a 3,7.
Cristina pega y pega sin solución de continuidad pero en ningún párrafo hay alguna cuota de autocrítica, como si la llegada de Milei a la primera magistratura hubiera venido de otro planeta. En realidad llegó del planeta de los desastres que dejó el gobierno anterior, encabezado por ella misma, junto a su "elegido" Alberto Fernández y el inefable ministro de Economía, Sergio Massa, quien con el plan "platita" echó a rodar la máquina de la emisión sin ningún tipo de límites, con las consecuencias ya conocidas: el triunfo de Milei en las urnas y la presentación del ajuste y la motosierra para evitar que el país entrara en una hiperinflación sin precendentes.
Cristina tendría que evaluar la actuación de sus cuatro jinete de su Apocalipsis, que podrían resumirse en la sigla C.H.I.C. o sea Corrupción, Hipocresía, Impunidad, Cinismo...
¿Alguna vez hará autocrítica y se hará cargo de su responsabilidad, habiendo gobernado junto a su marido 16 de los últimos 20 años?
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