EL VIAJE VALE UN PERU Y MACCHU PICCHU

               El viaje a Perú fue a visitar al querido amigo, el padre Pablo Laguna Llano, que estaba como párroco en la iglesia de Lampa, considerada la ciudad rosada de ese país. Así se la llama por la

 arcilla que colorea las viviendas. Es uno de los centros mas poblados y mas hermosos del sur andino del Perú. Entre muchos atractivos cuenta con el templo colonial Santiago Apóstol, construido integramente en piedra entre 1675 y 1685.

 En Lampa conocimos una localidad pintoresca, quedando para siempre esa imagen rosada, con el alcalde saludando al señr cura o esa coya casi plantada en una esquina, que se transformaba en su hábit.

De Lampa surgió la idea de conocer un poco el carné de identificación de la historia del país, la ciudad de los incas, que durante muchos años estuvo oculta. El viaje a Cuzco primero y a Machu Pichu después fue una experiencia inolvidable, que apoyada con lo averiguado en una investigación periodística sirvió para encontrar un paraíso en la altura.

El primer paso fue llegar a la ciudad de Cusco, que se constituyó en un tiempo en el centro del imperio de los incas. Dice la tradición que el termino inca constituía un titulo, posiblemente nobiliario o una investidura, pero no una raza o un pueblo. Varios registros permiten afirmar que el centro del imperio inca era Qusco, que después de la presencia de los españoles tomó el nombre de Cusco.

Era la capital administrativa, y había caminos que unían las cuatro regiones o suyos, que comenzaban en la plaza principal y la tierra de cada región se mezclaba a modo de ritual con la tierra de Qusco.

Los cuatro suyos eran Chichaisuyo, integrado por el norte de Perú y Ecuador; Collasuyo, que abarcaba el lago Titicaca, Bolivia, Chile y parte de la Argentina, Antisuyo, formado por la Amazona oriental y Contisuyos, región oeste del Cusco. Vale decir que habla del siglo XV y el arribo de los españoles fue en el XVI.

Cuando los españoles llegaron a esta tierras peruanas, los incas huyeron y prácticamente desaparecieron.

HIRAM BINGHAM

El 24 de junio de 1911 fue descubierta Machu Pichu, por el aficionado a la arqueología y explorador norteamericano Hiram Bingham. No llegó por casualidad pues años antes se preocupó por conocer las leyendas que se habian comentado sobre el refugio de los incas rebeldes.

En 1906 hizo un viaje por la ruta Buenos Aires-Cusco, antiguo camino comercial durante la época colonial.

Llegando a Cusco viajó a Abancay, ahí supo de la existencia de una ciudad perdida en el monte. Llegó a las ruinas conocidas de Choquequirao, regresó a EE UU contento por lo escubierto, siguió la brecha y su búsqueda tuvo un reconocimiento con el descubrimienteo de Machu Pichu.

HOY EL VIAJE

El viaje a Machu Pichu se realiza en tren, una experiencia tremenda, pues el móvil de hierro que surca lo rieles por las alturas reúne a una especie de Babel, porque se escuchan todos los idiomas, se observan las indumentarias, se ven todos los rostros imaginables. Alli se mezclan monjes tibetanos con sacerdotes occidentales, junto a turistas de odo el mundo deseosos de alcanzar la meta.

El viaje dura tres horas y cuarto y se recorren lugares espectaculares. Se encontrará una abrupta subida a las afueras de Cusco hasta las montañas que lo roden, con un zig zag inolvidable. Se hace parada en el pueblo de Poroy.    Luego, el descenso al valle sagrado de los incas, se pasa por una exuberante vegetación de campos verdes y coloridos pueblos al pie de los Andes.
Para el viajero o turista encontrar Machu Pichu es un momento de auténtica emoción. Porque es uno de los monumentos arqueológicos mayores de la humanidad.

Machu Pichu fue construida para separar a los incas de la voracidad del conquistador.

Dice la historia que los caminos que llevaban a ese lugar eran prohibidos para el común de la población, y su ubicación era un secreto militar. Con profundos barrancos y agrestes montañas era una tremenda defensa natural.

En este lugar el hombre se siente pequeño y como nunca encuentra la presencia de Dios. 

Por supuesto, enorme interrogante es saber como hicieron para trasladar las enormes piedras, como las estructuraron con maravillosa ingenieria para construir una ciudad impresionante. 

Recordemos que Cusco fue conquistada por los españoles en 1532 y Picchu sirvió para esconder osbre todo a la aristocracia incaica, ya que estaba alejada de toda ruta.

Pasó mucho tiempo para ser encontrada y cuando se supo de su existencia, fue toda una revelación en el mundo.

Quien llegó a ese lugar no puede menos que asombrarse y maravillarse por todo lo que se ve, sin duda uan ciudad modelo.


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