Sin duda, el hoy juez de la Suprema Corte, Manuel García Mansilla, debe estar viviendo horas cruciales en su vida, porque tiene que tomar una decisión drástica en cuanto a continuar o no en el mas alto tribunal.
El "ser o no ser" es lo que vive este magistrado, que en principio puede quedarse en el tribunal hasta el 30 de noviembre pero también puede decidir la renuncia, después de la dura decisión de anoche de la gran mayoría de los senadores.
La mayoría de los constitucionalistas coinciden que tiene que dejar el cargo, máxime recordando que en su momento había asegurado que nunca asumiría en la Corte si era designado por decreto en comisión.
Desde el gobierno nacional el juez recibe consejos para seguir en su cargo. Pero eso no alcanza para la decisión. En todo caso tiene que tomar una decisión, y la lógica debería ser: no seguir. Pero, ironía aparte, García debe convencer a Mansilla y viceversa, para que al final gobierne el sentido común en este caso.
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