MARIO FIRMENICH, LOS JUBILADOS, LOS BARRAS... EL ESCARMIENTO

Por Eduardeo Menescaldi

 Maquivelo, el príncipe, se sentiría orgulloso en estos tiempos argentinos, si se enteraba que el feroz representante de Montoneros, que llevó al sacrificio a una enorme cantidad de jóvenes, utiliza las redes para convocar a una marcha de barra bravas por el reclamo de los jubilados.

Mario Firmenich lo hizo desde su poltrona de Barcelona, con la camiseta de Rácing. Increíblemente, aquello de que el fin justifica los medios volvió a tener vigencia.

De los terribles incidentes de violencia de ayer, con la responsabilidad que le cabe tanto a los manifestantes que se mostraron intransigentes como a la policía que en algunos casos se excedió en la represión, surge como balance que la Argentina sufre los efectos de un peronismo/kirchnerismo que no admite no tener el poder. Porque cuando lo tiene se olvidan de los jubilados, multiplican los pobres y hacen de la corrupción una bandera.

Aliemntaron una justicia garantista, Zaffaroni mediante, que ayer volvió a enarbolar la bandera de la i,mpunidad con la jueza Andrade que rápidamente liberó a casi todos los detenidos, con la excusa del dercho a la aproesta. Ahora bien, cuando se analiza puntualmente los casos de la mayoría de los detenidos y li berados, el resultado es que están flojos de papeles con frondosos antecedentes delictivos.

Jorge Macri, jefe de gobierno de la Ciudad, aseguró que van actuar con toda la fuerza de la ley para sancionar a los delincuentes y hacerles pagar los enormes daños que provocaron.

No se sabe si el kirchnerismo juega todas sus cartas a salvar a la jefa de sus causas judiciales -ya tiene doble condena por la Causa Vialidad- pero lo cierto es que juegan a alimentar el caos, tanto afuera como adentro del Congreso.

El hijo, Máximo Kirchner, increpando al presidente de la Cámara de Diputados por haber leantado la sesión por falta de quórum -el periodista Gonzalo Aziz por TN mostró la foto del tablero en el momento clave, que tiene el número de 128 presentes, cuando se necesitaban 129- es otro indicador de lo que pretende la agrupación en estos tiempos.

Así las cosas el oficialismo también debería dar el  jemplo porque las peleas entre libertarios dentro del recinto, con golpes de puño incluidos se parece mas que nunca a esa casta que tanto denunció el presidente Javier Milei. Y si los propios se visten con este traje, las cosas se complican aun mas. Peleas entre los legisladores Oscar Zago y Lisandro Almirón, entre Rocío Bocacci y Marcela Pagano, también Lilia Lemoine constituyen la peor imagen para un movimiento que llegó al poder con la consigna de satisfacer el hartazgo de la gente con los políticos venales...

Todo está podrido en Diamarca, al decir de Shakespeare, no sea cosa que un día el ciudadano común termine por estallar por doquier y como decía el general, haga tronar el escarmiento.




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