El pasado 19 de marzo se cumplieron 63 años del fallecimiento en Bánfield del histórico músico salteño conocido como El Payo Solá. Sus restos fueron trasladados a Cafayate, su pueblo natal en 1974.
Carolina Battipede nos acerca este recuerdo que vale la pena compartir.
El escenario de la Bodega Encantada, donde se realiza la Serenata a Cafayate, lleva su nombre como reconocimiento y homenaje a Gustavo Adolfo Solá, más conocido como el Payo Solá.
Había nacido en 1908, compositor, bandoneonista y guitarrista salteño, considerado uno de los precursores del boom del folklore argentino a partir de la década de 1950.
Integrante de la agrupación musical Los Musiqueros del Tiempo e ñaupa (el tocaba el bandoneón, Polo Giménez en piano, Aluto Marcau Soria en guitarra y las voces de Abel Figueroa y Pepe Consoli). El Payo es autor de canciones que integran el cancionero folklórico argentino tradicional como la Marrupea y La Solís Pizarro.
Su hijo, Juan José Solá, conocido como el Payito Solá, escribió en su homenje Carpas de Salta mientras que Horacio Aguirre y Hugo Alarcón compusieron El que toca nunca baila, que lo menciona, atribuyéndole la frase del título.
En 1965 Oscar Valles, de Los Cantores de Quilla Huasi, compuso Del mismo palo, que también lo nombra.
Todo el pueblo de Salta y el argentino recuerda esta frase: el que toca nucna baila, lo dijo el Payo Solá.
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