Por Eduardo Menescaldi
Comienzan hoy las clases y como solía decir aquel mítico portero de la escuelita de Jacinta Pichimauida, concretamente Efraín, bienvenidas las "blancas palomitas" al segundo hogar, que es la escuela.
Hoy debería ser un día de fiesta para el país, porque millones de chicos en todo el país comienzan a transitar su año escolar.
Bienvenido el gobernador bonaerense, Axel Kicillof -esta tarde dará el discurso ante la Legislatura de apertura de sesiones- que anunció que le va a descontar el sueldo al docente que falte por medida de fuerza. Entre tantas pálidas y críticas al gobernador, que esquiva temas como la inseguridad y no se hace cargo, esta es una buena.
En marzo se espera un protagonismo importante del Congreso, por mas que sea un año electoral en que generalmente reduce el funcionamiento del Poder Legislativo, pero en esta Argentina del inefable Javier Milei, todo es posible, y la oposición se sube a cualquier colectivo que lo lleve a criticar o pegarle al presidente, máxime cuando el propio involucrado da motivos, como salir a defender a su ladero Santiago Caputo en su pelea con el diputado Facundo Manes o con metidas de pata como fue el caso de $Libra, el criptogate.
Así las cosas, todavía resuenan los ecos de la apertura de sesiones del Congreso, con un recinto lleno de ausencias, porque la oposición mas dura, léase Unión por la Patria, la izquierda y otros bloques decidieron el desaire, impropio del sistema democrático. En todo caso el faltazo de los legisladores tendría que ser castigado con un descuento de dieta....
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, aseguró que se tergiversó el caso de la pelea entre Facundo Manes y el asesor Santiago Caputo. Dijo que Manes provocó al presidente de la Nación desde la banca del ex arquero de Quilmes y Gimnasia, Carlos Castagneto, y que la respuesta de Santiago Caputo no fue tan grave como para justificar la decisión de Manes de presentar una denuncia contra Caputo por amenazas agravadas.
También Menem aseguró que los periodistas parlamentarios tuvieron la atención correspondiente y negó que se les hubiera restringido el trabajo. Dio cuenta de la enorme cantidad de periodistas que fueron a cubrir la ceremonia y señaló que todos tuvieron la posibilidad de trabajar. Claro está, viejos cronistas parlamentarios, como el quilmeño Armando Vidal, repudiaron la decisión de colocar militantes donde habitualmente se ubicaban los periodistas. Todo pasa por el cristal con que se lo mire.
Como siempre pasa, con este gobierno y con los anteriores, desde el poder se utiliza el mismo lenguaje, aunque a veces la realidad está muy lejos de la que pretende hacer creer el que manda.
EL MUNDO
Mientras esto ocurre en esta Argentina, con humedad, alta temperatura, cortes de luz y demás, el mundo está revolucionado. No solo por la preocupación que genera la internación del Papa Francisco -ya lleva veinte días en esta situación- sino por las determinaciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien quiere pisar fuerte en el tablero mundial.
Con las medidas tomadas en materia de aranceles -aunque dicen que podría dar marcha atrás o reducir el porcentaje- los ataques van dirigidos fundamentalmente a Canadá, México y China, con las repercusiones en el mundo bursátil y las caidas de distintas acciones y bonos. Una batalla de la guerra comercial.
Por otro lado, Donald quiere terminar con la guerra entre Rusia y Ucrania. Pretende hacer creer que no hubo invasión del régimen de Putin y hace propuestas en beneficio de Estados Unidos, con el argumento de llegar a una paz duradera.
Asimismo la emprende contra Gaza y los grupos terroristas que asolan a Israel, y hasta fantasea con transformar esa histórica franja en un lugar turístico, como una nueva Riviera.
Sin duda se vive un clima de nueva época, tanto en nuestro país como en el mundo. Habrá que ver si los líderes del universo están a la altura de los acontecimientos y se ponen las pilas para evitar males mayores.
Comentarios