Cerca de las diez de la noche, la Cámara de Diputados de la Nación sancionó la ley de Ficha Limpia con 144 votos positivos, 98 negativos y 2 abstenciones (de los diputados Miguel Pichetto y Nicolás Massot).
Fueron casi doce horas de sesión, en la que se escucharon toda clase de opiniones, con chicanas, insultos, "revoleo de chorros" como describió la legisladora de la Coalición Cívica, Mónica Frade, y finalmente triunfó la posición del oficialismo y sus aliados.
El kirchnerismo, como no podía ser de otra manera, defendió a ultranza a su jefa y sintetizó las expresiones argumentando que era una iniciativa con nombre y apellido: Cristina Kirchner.
Ahora Ficha Limpia deberá ser considerada por el Senado de la Nación, aunque todos los indicios hacen suponer que será muy difícil, casi imposible, que logre la sanción del Cuerpo, donde el kirchnerismo tiene la mayoría y sus representantes, con tal de defender a la jefa, son capaces de atrincherarse y dejar de lado cualquier denuncia contra la corrupción.
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