La psicopatía que parece afectar al dictador Nicolás Maduro no encuentra límites y a medida que se acerca el día D, 10 de enero, en el que tendría que asumir la presidencia Edmundo González Urrutia, pretende seguir gobernando contra viento y marea.
Maduro, además del secuestro del gendarme argentino Nahuel Gallo, ahora sumó el secuestro del yerno del presidente electo, precisamente Edmundo González Urrutia.
Además se denunció que la policía rodea la casa de la madre de María Corina Machado.
Para colmo Maduro decidió entregar fusiles rusos a civiles, con el objetivo de armarlos para "defender la patria" contra cualquier intento de romper la soberanía venezolana.
Así las cosas, la oposición ha convocado una movilización para apoyar la asunción del presidente electo, lo que va a chocar con la reacción del oficialismo, que no quiere dejar el poder y que hace caso omiso de los comicios del 28 de julio, donde la victoria de Edmundo González Urrutia fue contundente, tal como lo registran las actas de esos comicios. Resultados que Maduro no acepta, con el agregado que ha redoblado la apuesta y bajo ningún punto de vista quiere dejar el gobierno.
Venezuela está al borde del colapso. Habrá que ver si la reacción de la oposición y las movilizaciones en contra de Maduro logran quebrar o producir una grieta en las fuerzas armadas, que son las únicas que pueden mantener al régimen. Mientras esto no ocurra el futuro de Venezuela es muy preocupante, con la posibilidad de represión por doquier y derramamiento de sangre.
Argentina, como otros países, ha mostrado su repudio al régimen venezolano, con el agravante del secuestro del gendarme argentino, con una acusación que suena a delirio: que llegó a Venezuela para asesinar a la vicepresidenta del país. Una acusación que no tiene ni pies ni cabeza y que solo es una falaz excusa para justificar el secuestro del argentino.
¿El pueblo venezolano que abraza la libertad saldrá a la calle el viernes para repudiar al dictador o el miedo terminará por impedir que eso ocurra?
Lo cierto es que el país hermano vive un momento bisagra de su historia y habrá que soñar con que finalmente triunfará la democracia y el funcionamiento institucional en esa tierra.
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