EL ENORME RECUERDO DEL GRAN ATAHUALPA YUPANQUI


 Un día como hoy de 1908 nacía en Juan de la Peña, cerca de Pergamino, provincia de Buenos Aires, Héctor Roberto Chavero, cuyo nombre artístico trascendió las fronteras: Atahualpa Yupanqui. Ese nombre significa en idioma quechua: el que viene de lejanas tierras a contar.

El festival de folklore que todos los años se realiza en Cosquín, Córdoba, se efectúa en el escenario Atahualpa Yupanqui de la plaza Próspero Molina. Se espera que esta noche haya un especial homenaje a este destacado poeta, autor, compositor y creador de innumerable cantidad de temas que están en el imaginario popular.

Algunos de sus temas: Los ejes de mi carreta, Piedra y camino, Duerme negrito, Caminito del indio, Luna tucumana, El arriero va, La pobrecita, Le tengo rabia al silenci.

Muchos de esos temas fueron compuestos junto a su pareja de toda la vida, la pianista Antoinette Paule Pepin Fitzpatric, mas conocida como Nenette. Ella firmaba los temas con el nombre de Pablo del Cerro, porque eran tiempos donde no se aceptaba a la mujer como autora.

Atahualpa comenzó a estudiar violín a los 6 años con el cura del pueblo y mas tarde se inclinó por la guitarra, tomando clases con el maestro Bautista Almirón en Junín.

Ahí descubrió la música de Sor, Albeniz, Granados y Tárrega, así como obras de guitarra de Beethoven, Lisz, Bach, Schumann.

En 1913 tomó el seudónimo de Atahualpa, por un trabajo escolar de homenaje al último soberano inca, mas tarde le agregó el Yupanqui.

En 1917 se mudo con su familia a Tucumán y a los 19 años compuso Caminito del indio.

Recorrió la Argentina con su canto y su guitarra.

En 1942 conoció a la pianista Nenette, que lo acompañó durante cuatro décadas. Se casaron en Montevideo.

En París conoció a Edith Piaf, quien lo invitó a un concierto. El gorrón de París cantó 20 temas y luego presentó a Atahualpa, con una repercusión notable. Fue el 6 de junio de 1950.

Recibió el primer premio al disco extranjero.

Su lugar en el mundo era Cerro Colorado, en Córdoba, a donde volvía cada vez que regresaba al país.

En 1990 participó del festival de Cosquín. El 14 de noviembre de ese año había muerto Nenette.

Falleció Atahualpa el 23 de mayo de 1992 en Nimes, Francia. 

Las cenizas de Atahualpa descansan en el Museo que lleva su nombre, de Cerro Colorado, donde también reposan las cenizas del gran bailarín Santiago Ayala.

Comentarios