Venezuela vive las vísperas de lo que podría llamarse el día D. Porque mañana se espera la asunción del presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia. En ese sentido, en medio de las manifestaciones en contra del dictador Nicolás Maduro, el hecho puntual que causó revuelo fue el secuestro de la líder de la oposición, María Corina Machado, rápidamente liberada por el régimen.
Desde la comunidad internacional la enorme mayoría de los comunicados repudiaron el secuestro y volvieron a criticar la represión del gobierno de Maduro.
Lamentablemente, en la Argentina hay un silencio que aturde, del kirchnerismo, de Unión por la Patria y en forma increíble, de las madres de Plaza de Mayo, que tuvieron siempre la bandera de la defensa de los derechos humanos y sin embargo han avalado el régimen de Nicolás Maduro, y publicado su adhesión. Como si no hubiera existido la dictadura en nuestro país, con los desaparecidos y la tortura, todos elementos propios del régimen de Maduro.
Venezuela vive horas decisivas y mañana, viernes, habrá que saber qué puede pasar con la intención del gobierno democrático de asumir el resultado de aquellos comicios del 28 de julio, que Maduro y sus secuaces pretenden no reconocer.
Hay preocupación, expectativa, incertidumbre y fundamentalmente, saber si finalmente gana la libertad frente a un régimen autoritario y dictatorial.
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