El pasado 12 de diciembre el comerciante Marcelo Montero se suicidó delante de inspectores municipales, según la viuda ante el acoso de dichos inspectores.
En una carta la señora contó los hechos y lamentó que los medios locales no se hagan eco de la situación. Solo La Nación + con el periodista Eduardo Feinmann y el periodista quilmeño Pedro Navarro, en Quilmes a diario, publicaron lo que denunció la viuda.
El comerciante tenía el negocio en Calchaquí y Andrade, Quilmes Oeste.
En La Nación+ Eduardo Feinmann comentó que "los medios de la provincia de Buenos Aires no se hacen eco de la cuestión, y mucho menos, los de Quilmes, pauteros de la señora Mayra Mendoza."
Señaló la viuda que es una comerciante que los vecinos conocen porque lleva 20 años en el rubro y 30 su marido, y reflejó que "en nuestro clocal sufrimos un apriete de los inspectores de Quilmes.
"Se dijeron muchas cosas pero la verdad solo la puedo contar yo. Nosotros sufrimos una clausura que fue pagada después después de tres intentos de estas personas que no tenían sistema. Hablamos con una persona del lugar, la que asistió a mi marido unos días antes por una descompensación que tuvo en el lugar. Nos dijo que nos quedáramos tranquilos y que de a poco tratemos de terminar el trámite de la habilitación, ya que nosotros, como todos saben, teníamos un video club, pero los robos sufridos mas la construcción del Metrobus nos llevó a estar en una situación económica muy complicada, pero aun así salimos adelante y nos pudimos reinventar, lo que llevó a mi marido a que se le declare un cáncer en etapa 3.
"Algunos se preguntarán qué tipo de cáncer si anda como si nada pero eso no era así. Solo fue un luchador que no se dejaba vencer. El día del suceso, los inspectores Miguel Angel Deluca y Sebastián Baluja intentaron coimear a un empleado de 18 diciéndole que si tu jefe no paga, vas a tener que pagar la multa vos. El les dijo que no tenía nada que ver. En ese momento, llegó mi esposo que estaba en cama y les dijo lo mismo que el empleado. Mi marido les dice que se había presentado y que le dijeron que le daban tiempo para que hiciera las cosas con tranquilidad, ya que el todavía no se había recuperado del todo.
"El inspector, con soberbia y de malos tratos, le dijo: dáme todos los papeles que te pido o te multo. Mi marido lo miró a la cara y dijo: hacé lo que tengas que hacer pero yo no te doy un peso. Se dio media vuelta y se quitó la vida.
"Los inspectores, como dicen las palabras, salieron corriendo como ratas y fueron mis empleados, siendo criaturas, los que llamaron a la policía.
"Ahora yo me pregunto quién me devuelve al compañero de mi vida, al padre de mis hija,s al comerciante que salía a defender a los vecinos frente a cualquier robo o situación similar.
"No quiero que quede impune la muerte del pelado loco, como todos le decían. Por eso, no voy a bajar los brazos. Esto se tiene que saber por el y por otros comerciantes que seguro pasan o pasaron por esta misma situación. Esto no es control, esto es coima, señores. Y si me equivoco, no me ofendo si me lo hacen saber pero este dolor y esta indignación no me la saca nadie".
La denunciante también dijo que la habían contactado de un noticiero pero "no se puede decir nada porque Lady Di tiene a todos los medios comprados".
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