"Una familia de locos": una crítica ácida
Acaba de ser estrenada en el teatro Provincial, de Mar del Plata, la pieza "Una familia de locos," con libro de Sergio Marcos y dirección de Marcos/Bicho Gómez. Producción general de Miguel Pardo-Chato Prada.
ByBattaglia news, en su página, hace una dura crítica del espectáculo que presenció, con la advertencia en el título casi letal "cuando lo dejo a tu criterio...".
El autor de la crítica comienza diciendo que fue a ver esta obra "y sinceramente, todavía estoy tratando de decidir si fue una obra de teatro o un experimento sociológico para medir la paciencia del úblico. Lo cierto es que al entrar uno ya siente el espíritu de la temporada: olor a bronceador, churros con dulce de leche y un aire de expectativa que rápidamente se transforma en resignación.
"Mariano Iúdica lidera este elenco con la energía de un vendedor ambulante en pleno enero. Su personaje, padre de familia sacado directamente de las memorias de Jerry Lewis (o eso quisieron hacernos creer) intenta emular al entrañable Profesor Chiflado. Pero, !ay"!, qué difícil sostener esta comparación cuando el guión parece haber sido escrito en un servilletero de café. Y por si fuera poco, también intentan invocar el espíritu de Patapúfete de Pepe Biondi. Ahora, yo me pregunto: ¿los protagonistas creen que hemos perdido la memoria? Porque sí, superamos los 50, pero todavía recordamos lo que es el humor bien hecho. Y a esto... bueno, llamémoslo otra cosa.
FIDEOS SIN SAL
Sigue diciendo el crítico que "el guión es como un plato de fideos sin sal: largo, insípido y difícil de digeir. Cada chiste parece salido de un enciclopedia del humor de los años 90, pero de esas ediciones mal traducidas que vendían en cuotas. Los personajes se pasean por el escenario como si hubiesen perdido algo (¿tal vez el sentido de la obra?). Y el elenco, pobrecitos, hace lo que puede: Belén Francese se dedica a gritar como si el volumen fuera sinónimo de gracia, mientras Imanol Rodríguez pone cara de "¿qué hago acá?".
Las hermanas Lattanzio (la Pili y Mily del hoy, una salida del Gran Hermano y otra de Cantando por un sueño) por su parte, parecen haber sido contratadas por el simple hecho de ocupar lugar en escenar. Brenda Di Aloy (hija de Yuyito González, carente de todo y de carisma), el único que como dice en "vulgata popu" rema la obra es Iván Ramírez, el cual con sus imágenes fue tratando de sacar risas no forzadas con personajes sacados de nuestro "tren fantasma" de celebrityes de hoy.
"La dirección es un caos delicioso: los actores entran y salen sin motivo, los silencios incómodos abundan, y uno llega a preguntarse si esto no será una sátira oculta sobre lo absurdo del teatro contemporáneo. Pero no, amigos, es simplemente lo que parece: una obra que no sabe ni quiere tomatrse en serio.
"Y aquí viene una reflexión: ¿qué pensarán los productores? ¿Que los turistas, cansados de la playa, se conforman con cualquier cosa?¿Que el teatro es solo un trámite para matar el tiempo entre la cena y el helado? Pues no, señores, el público tiene memoria, y aunque le pongan a Iúdica a gritar y a Francese a recitar poesías (por favor, no) la gente no es tonta.
La última recomendación del crítico: "Si están por venir a Mar del Plata, les doy un consejo: inviertan en churros, helados o una buena película de Jerry Lewis. Les garantizo que tendrán mas risas y además, la sensación de que su tiempo fue bien aprovechado".
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