TRAS SER CONDENADA POR CORRUPCION, CFK SE RESISTE Y HACE GIRA

 

                                                   Gerardo Zamora y Cristina Kirchner


Cristina Kirchner no solo apunta contra los jueces que la condenaron por segunda vez a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, sino que se sube al balcón del Instituto Patria para compartir este "infortunio" con su gente -cada vez menos- y desde el domingo comienza una gira por el país. El primer lugar, Santiago del Estero, donde está el gobernador Gerardo Zamora en coincidencia con el día de la resistencia, en el recuerdo de aquel 17 de noviembre de 1972 cuando en un charter regresó al país el general Perón después de casi 18 años de exilio. en ese momento CFK tenía 19 años y de ninguna manera pensaba ser peronista, incluso durante toda su carrera política tuvo altibajos en su pasión peronista, a tal punto que alguna vez fue muy dura para calificar al líder del movimiento y al partido.

Lo cierto es que la que decía que la habían proscripto o que la querían proscribir se lanza en tren de campaña, para que quede claro que de ninguna manera está impedida de hacer campaña, y como es la justicia en nuestro país, la Argentina y CFK dependen de lo que decida la Suprema Corte de Justicia en la materia. Por ahora el máximo tribunal se tomará su tiempo y como órgano tiempista sabra resolver en el momento que entienda oportuno.

Soplan vientos de fronda en el país, los políticos y la gente deben escuchar lo que les dice el viento, porque desde la llegada del disruptivo Javier Milei nada es igual a lo que era en el país.

Ayer fue un día histórico en la Argentina, el ciudadano común sintió un poco de alivio porque actuó la justicia, y si a alguno o en este caso alguna no le gusta lo que han decidido los jueces, tendrán que revisar los libros si decidió incursionar en la carrera del Derecho.  

Esa imagen de Cristina Kirchner en una plaza del distrito de Moreno -uno de los mas inseguros del país- con mujeres que la escuchaban embelesadas -cada vez menos- ha quedado para la posteridad. Como aquella película icónica de Orson Welles, El Ciudadano, vale quedarse con la primera imagen cuando el poderoso empresario está cerca del final y un periodista pretende conocer su historia, de la que solo sabe a través de una misteriosa palabra que pronuncia mientras tiene en sus manos unas bolas de nieve;  Rosebud... Vale espoliarla: esa palabra estaba en el trineo de la infancia. ¿Acaso CFK, un animal político, podrá remontarse en este tiempo a su infancia en La Plata para repasar toda su vida?

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