El caso del influencer o streamer Spreen -su verdadero nombre Iván Buhajeruk- que jugó un minuto ayer en el Deportivo Riestra y fue reemplazado por Gustavo Fernández sigue dando que hablar. Su aparición, por decisión del técnico Cristian Fabbiani, fue un caso de marketing, porque este muchacho tiene 16 millones de seguidores en las distintas plataformas y como dijo Fabbiani "el paga la latita y yo lo pongo".
Desde el goleador de Vélez, Brian Romero, que dijo que era un mal ejemplo para el fútbol argentino y puso el énfasis en los chicos que desde inferiores sueñan con jugar en primera, hasta el referente de Estudiantes de La Plata, Sebastián Verón, quien sostuvo que era una verguenza para el fútbol argentino.
Marcos Acuña, de River, se agarró la cabeza en un video al respecto.
Todos los comentarios habidos y por haber llevaron a que la Asociación del Fútbol Argentino anunciara que van a aplicar el tribunal de ética al Deportivo Riestra. Seguramente no pase nada pero de hecho suponer que AFA puede aplicar la ética en este caso, también llevaría a rematar la situación con un poco de autocrítica.
AFA tendría que aplicar el tribunal de ética en muchos casos que hacen al fútbol argentino. Por ejemplo, la suspensión de los descensos que llevará a la Liga Profesional a tener el año próximo 30 clubes en primera (cuando no hace mucho el presidente Claudio Tapia decía que las ligas de elite debían contar con 20 ó 22 clubes para ser competitivas). Tapia nunca lo va a admitir, pero se trató de "salvar" a los clubes del poder, como hoy son Tigre -con Sergio Massa como referente-, Independiente Rivadavia de Mendoza -con Daniel Vila, socio de Massa en Edenor y otras empresas, el hombre del canal América y otros medios-, Central Córdoba de Santiago del Estero -con el tesorero de AFA, Pablo Toviggino y su poder-, incluso los clubes Deportivo Riestra y Barracas Central, que llegaron a primera con muchos "ayudín" y que no reúnen las condiciones mínimas para estar en la categoría (desde sus estadios a otros ítems).
Además, el tema apuestas genera sospechas, sobre todo porque la principal empresa que está involucrada parece estar floja de papeles. En fin...
AFA debería ponerse la camiseta de la ética para autoevaluarse para luego aplicarlo a Riestra u otros casos.
El fútbol argentino tiene la grieta del país: el título del mundo y de América a nivel selección y el subdesarrollo deportivo a nivel doméstico. La ética bien concebida debe empezar por casa...
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