El inolvidable bailarín de tango, VIRULAZO
Pasó a la historia con su nombre artístico: VIRULAZO. En realidad se llamaba , o sea un auténtico apellido vasco.
De su barrio en San Justo, desde donde irradiaba su pasión por el baile tanguero, nació un artista que con el tiempo maravilló en el país y en el mundo.
El recuerdo vale gracias al querido amigo Luis Pereyra -eximio bailarín de tango y folklore, junto a su pareja de la danza y la vida, Nicole Nau- quien acercó un video de fines de los años 80, filmado con recursos muy precarios en medio de las presentaciones del espectáculo Tango argentino, donde Luis compartió escena con Ael propio Virulazo.
Digamos que Virulazo empezó a bailar tango desde muy chico, al principio en forma amateur. Hasta que lo contactó Celedonio Flores y le pidió que dejara de bailar como hobby y que empezara a hacerlo en forma profesional.
Debutó en el café La Armonía, de la Avenida Corrientes y luego pasó por los cabarets mas importantes de la época, como Chantecler y Tabaris.
Con su primera esposa Aída ganaron un concurso de baile y fueron contratados en todo el país.
Tiempo mas tarde se separó y conoció a Elvira Santamaría. Dicen que la vio en un colectivo, la siguió y terminó comunicándose para que finalmente se arme una gran pareja.
Hubo un tiempo en que la poca difusión del tango, lo llevó a tener que vivir de la quiniela. Pero un día cambió su destino cuando lo contactó Juan Carlos Copes. Así llegó la propuesta de la dupla de Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, mentores del espectáculo Tango Argentino. Corría el año 1983.
Virulazo tenía 57 años, pesaba 130 kilos, y contrastaba con Elvira, que se destacaba por su delgadez. Cuando los vieron muchos reían, sin embargo Copes les dijo a los que criticaban -decían que parecían Brutus y Olivia- que los vieran bailar. Ahí cambió todo: porque Virulazo y Elvira le sacaban viruta al piso. Se movían con el duende de los bailarines, que prácticamente no tocaban el piso.
Precisamente ese espectáculo recorrió el mundo y allá por los 80, como dice Luis Pereyra, se grabó este video, que es un rico documento histórico. Allí Virulazo, que se fumaba todo, con el cigarrillo en la mano muestra su alegría por participar de ese proyecto. En ese momento estaban en Munich, Alemania, y decía que después irían a Zurich, volverían a Alemania y agregaba que extrañaba Buenos Aires. Destacaba al público y sentenciaba que estaban haciendo patria en Europa.
Su talento le permitió conocer a artistas internacionales, incluso puede recordarse a Robert Duvall, quien llegó a Buenos Aires para aprender a bailar tango con el maestro Virulazo.
EL VIDEO
Luis PereyraLa filmación de Luis Pereyra, que dura apenas unos minutos, muestra a un Virulazo auténtico y emocionado. Luis le dice: Virula, linda Buenos Aires!. El artista lo ratifica y dice que está ahí, en ese bulín de Berlín, en Alemania, arrumbado, difundiendo la música de Buenos Aires.
"Todos aquí estamos haciendo patria. Es una manera muy linda de difundir el tango, con respeto, con dedicación y haciendo querer a la Argentina. Nosotros, tanto vos como yo, como todos los que nos acompañan estamos haciendo patria. Estamos difundiendo la cultura argentina.
"Yo soy el veterano, pero todos estamos mostranado el tango argentino, para que se vaya conociendo.
Mientras de fondo se escucha música de tango con Raúl Garello, Virulazo señalaba los próximos pasos de la gira con Tango Argentino, promediando los años 80. Hablaóde Munich, Berlín, Zurich, Japón, vuelta a Alemania y el regreso a la querida Buenos Aires.
Hay melancolía en sus palabras y nostalgia por Buenos Aires, mientras sigue pitando un faso.
Sostiene que está seguro de que están haciendo conocer el tango en Europa, para que ese recuerdo sea repetido por hijos, nietos y los argentinos. Al final, recita frases de Carlos Guido Spano, comenzando con aquello de haber nacido en Buenos Aires y rematando -como lo hacía con mucha pasión Roberto Rimoldi Fraga- con lo de "argentino hasta la muerte".
Sin duda, la difusión de este video, un enorme logro de Luis Pereyra, ahora difundido después de cuatro décadas.
Vale recordar que Virulazo murió el 2 de agosto de 1990; había nacido el 10 de octubre de 1926.
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