EL EMPERADOR GILDO INSFRAN EN EL FEUDO DE FORMOSA

 


Sin ponerse colorado ni pensar en la esencia de la democracia, el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán (foto), sigue demostrando un culto enfermizo del poder.

Gobierna la provincia desde 1987, habiendo empezado como vicegobernador y es gobernador desde 1995. Pero no se queda ahí: ahora logró que la Legislatura reforme la Constitución para permitir una nueva y repetida reelección, con el objetivo de quedarse once años mas.

Insfrán es algo así como el emperador de Formosa y eso le permite gobernar sin límites. Cuenta con el aval de los que lo votan con cifras altas, en una provincia donde la principal industria es el empleo público y el clientelismo brilla por doquier.

Insfrán maneja todos los poderes, sobre todo el Judicial, con magistrados que siempre designó y que le son leales para que pueda seguir gobernando con la suma del poder público.

La diputada provincial Gabriel Neme lo denunció por Radio Rivadavia y pidió que el gobierno nacional intervenga para terminar con el poder absoluto de un gobernador todoterreno.

"El día que se vaya Insfrán esta provincia cree en forma exponencial, porque es la mas rica del país. Con un río fronterizo, apenas exporta mucho menos del 1 por ciento" sentenció.

Formosa, con Insfrán, se parece bastante a la Cuba de Castro, con la diferencia que en principio integra el territorio de la República Argentina.

Otro dato de color: Insfrán es presidente de la junta electoral del Partido Justicialista. De profesión, veterianario, fue maoísta en su juventud y desde hace años es el emperador de Formosa.

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