Ayer el Congreso no pudo evitar que el veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento universitario tuviera vigencia.
Para lograr los 84 votos mágicos, el oficialismo tuvo no solo a los legisladores de la Libertad Avanza, sino también a los del PRO y algunos diputados radicales y otros justicialistas.
En ese sentido mostró su bronca la ex vicepresidenta Cristina Kirchner, acusando a estos justicialistas de transfuguistas, algo como así la borocotización de los votos, recordando a aquel diputado nacional, Eduardo Lorenzo Borocotó, que a poco de llegar al Congreso por un partido -Compromiso para el Cambio, una especie de antecedente del PRO- se pasó al oficialismo, precisamente la fuerza de CFK de ese entonces, en realidad en la cabeza de Néstor Kirchner.
CFK critica como si el kirchnerismo no ha hecho muchos malabares para cooptar a políticos de otras fuerzas para llevarlos a su rebaño, léase Leopoldo Moreau como el ejemplo mas emblemático.
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