Los videos del horror que circulan en las redes son altamente elocuentes de lo que está pasando en la actualidad en la Venezuela del hiper dictador Nicolás Maduro.
Asesinato de un ciudadano por la policía tras una feroz golpiza, y el tiro de gracia en el piso, un camión que desparrama cadáveres desnudos, las fuerzas del régimen recorriendo los domicilios y secuestrando a ciudadanos al "tuntun" -como le llama el inefable Maduro a estos operativos-, son algunos ejemplos de esta barbarie.
Venezuela sigue con este régimen sanguinario y perverso, y seguramente serán muchos ciudadanos los que van a intentar salir del país, para engrosar a los 8 millones que ya están distribuidos en distintos países de la región y del mundo. Curioso por cierto, porque los países limítrofes, como Colombia y Brasil, han sido muy "suaves" en sus declaraciones con respecto al fraude de las elecciones del pasado 28 de julio. Y la curiosidad se traduce porque serán los principales destinatarios de la salida de los que huyan de la tragedia de Maduro y sus represores.
Después de tantos testimonios e imágenes, ¿podrá haber alguna persona que considere que en Venezuela se respetan los derechos humanos?
La protesta de las organizaciones sociales hablan del cementerio de los derechos humanos, tal como lo refleja la imagen que acompaña la nota.
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