La declaración de la ex vicepresidenta Cristina Kirchner en los tribunales de Comodoro Py, por el atentado que sufrió el 1 de setiembre de 2022, apunto contra la justicia y los tribunales.
La líder del kirchnerismo repitió un latiguillo que la tiene como intérprete desde que llegó a Buenos Aires procedente de Santa Cruz junto a su marido Néstor electo presidente de la Nación en 2003.
Dijo CFK que no existe la verdadera justicia y arguyó que son los medios los que arman las causas e inciden para que los magistrados decidan.
Ella está queriendo convencer a la opinión pública que el ataque que sufrió -le gatillaron en la cabeza y felizmente no salió el tiro- estuvo organizado por los que ella llama ideólogos. Reconoce que los tres detenidos son los autores materiales pero agrega que la justicia no quiere llegar a los autores ideológicos de este virtual magnicidio.
Incluso se animó a apuntar contra el ex diputado Gerardo Milmann, a quien acusó de ser el Nostradamus moderno.
Cristina destacó la labor de la militancia el día del fallido atentado, y no dijo nada de la actuación de la custodia, que incluso había sido raleada porque, como ella suele decir, prefiere estar rodeada por la militancia y evitar el eventual "acoso" de la custodia asignada. Los militantes saludan, besan, etcétera, pero de ninguna manera pueden prever un hecho como el que realmente ocurrió.
Quizá CFK quisiera demostrar que la magnitud de su persona, por lo que significa en el país y en el mundo, no se puede traducir en que tres personas simples -irónicamente llamadas los copitos- hayan decidido el atentado. No hay ningún elemento que permita encontrar otra posibilidad de las que hasta ahora manejó la justicia que investigó.
PD: Frente al magnicidio que fue el asesinato del fiscal Alberto Nisman, que iba a presentar una denuncia precisamente contra CFK por el pacto con Irán, la ex vicepresidenta no suele decir nada y mucho menos, de todos los episodios oscuros que se dieron ese trágico 18 de febrero de 2015 y los días que siguieron.
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