Por Eduardo Menescaldi
En un país presidencialista como el nuestro, quizás como nunca los tres poderes de la democracia están en plena ebullición.
Quizás la característica del poder en este tiempo, con el disruptivo Javier Milei como primer mandatario, sea el ejemplo de esta nueva realidad política. Porque llegó al poder después del fracaso del régimen anterior, con un presidente a dedo como Alberto Fernández -elegido por la jefa, Cristina Fernández- que defraudó todas las expectativas y que sumó a su pésima gestión una serie de hechos que se están destapando en estos tiempos, como los negocios con los seguros del Estado y en el ámbito familiar, la denuncia de su ex pareja, Fabiola Yánez, por violencia de género.
Milei es la resultante del hartazgo de la ciudadanía con lo que el propio presidente calificó de "casta", a tal punto que rompió todas las expectativas y quedó elegido con un débil sostén institucional, léase pocos senadores y diputados, como quedó demostrado en los mas de seis meses que le costó lograr que el Congreso apruebe la ley de bases y el pacto fiscal, bastante acotada en cuanto al texto original.
El presidente llegó con una serie de promesas que va cumpliendo a rajatabla, con la mirada puesta en la motosierra y la licuadora, como síntesis de un ajuste brutal, que se nota en el incremento de la desocupación y la pérdida de puestos de trabajo, las dificultades del ciudadano para llegar a fin de mes y la apuesta al déficit cero como prioridad, dejando de lado el mal de la emisión despiadada, que fue el eje de la política económica del anterior gobierno, personalizado en el hoy ausente Sergio Massa (dicen que está pronto a publicar un libro de gestión...).
Milei es muy especial. Tiene un círculo cerrado, léase entorno, muy ajustado y reducido, junto al asesor sin cartera, Santiago Caputo y la secretaria general de la Presidencia, su hermana Karina, a quien Javier llama "el jefe".
Mientras el Poder Ejecutivo se mueve con la impronta del presidente, a veces con métodos con sabor a kirchnerismo, como el epíteto, las acusaciones a opositores, expresiones poco académicas a periodistas ("ensobrados" por ejemplo), desde el Congreso el poder Legislativo muestra sus garras.
En los últimos días el Parlamento le aplicó varios reveses al Poder Ejecutivo, con el rechazo del DNU de incremento de 100 mil millones de pesos como fondos reservados de la SIDE, la integración de la comisión bicameral de inteligencia, con el titular del bloque radical, el senador Martín Loustau y dos hiperkirchnerista de laderos como Leopoldo Moreau y Oscar Parrilli (alguien dijo que estos dos firmantes del pacto con Irán están en esa comisión) y la sanción del proyecto de movilidad jubilatoria, que el presidente Milei dijo que va a vetar, con el riesgo explícito de que finalmente termine sancionado, si el Congreso insiste con los dos tercios, cifra que logró en primera instancia con el apoyo de bloques como el PRO, que a través de su líder Mauricio Macri dice respaldar al presidente aunque eso no parezca cierto en estas votaciones. Habrá que ver qué pasa de ocurrir el veto y volver el instrumento al Parlamento.
En este juego de poderes, el tercero, el Judicial, pone el acento en lo que pueda pasar con el juez Ariel Lijo, propuesto por el presidente para la Suprema Corte y que pasó su primer examen en la Comisión de Acuerdos del Senado (hoy será el momento de exposición del otro candidato propuesto por el Ejecutivo, el doctor Manuel García Mansilla).
El juez Lijo tiene muchos reparos en el ámbito judicial y también en el legislativo. Además de Lilita Carrió, que desde siempre criticó la posibilidad de Lijo en la Corte, el senador formoseño Francisco Paoltroni fue uno de los principales críticos de la llegada de Lijo, arguyendo que no tiene el sostén jurídico y moral necesario para ocupar tan alto cargo.
Como formoseño recordó la decisión del juez Ariel Lijo de enviar la causa relacionada con el fondo The Old Found, a la provincia de Formosa, para que sean los jueces de esa provincia los que determinen la posibilidad de sanción o no al gobernador Gildo Insfrán. Paoltroni dijo que esos jueces están cooptados por el gobernador y que Lijo debería saber cómo se iban a manifestar los magistrados. Agregó que con Lijo en la Corte los feudos iban a seguir existiendo en el país, y en el caso e su provincia, con la reelección indefinida.
Francisco PaoltroniRecordemos que Paoltroni, en la Comisión de Acuerdos del Senado, le preguntó a Lijo que pensaba de la reelección indefinida como existe en Formosa, Lijo respondió con elegancia, tirando al pelota afuera, porque recordó que la provincia debe regirse por lo que sostiene su Constitución.
Otro legislador formoseño también dio la nota. José Mayans, titular del bloque del justicialismo en el Senado, tuvo un cruce con la jefa Cristina Kirchner, cuando esta criticó palabras de Mayans, que habló de un eventual acercamiento de la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel al peronismo, en un diálogo irónico que ambos tuvieron en el Senado. Frente a ello CFK criticó a Mayans y agregó que habría que llamar al psiquiatra para entender eso de que Villarruel puede ser peronista. Ante ello, Mayans fue pícaro y respondió: Habría que llevar al psiquiatra a los que eligieron a Alberto Fernández para la presidencia del partido Justicialista.
Los tres poderes de la Constitución están en ebullición y son materia de análisis del periodismo especializado. Hoy se conoció, no hace mucho, a través del colega Ismael Bermúdez, que la Suprema Corte rechazó un fallo de la Cámara que decía que los jubilados debían cobrar hasta un 70 por ciento del salario del activo. Un fallo del mas alto tribunal que seguramente dará que hablar, máxime cuando Javier Milei repite que va a vetar la sanción del Parlamento de la movilidad jubilatoria.
La era Milei llegará el próximo 10 de setiembre a sus primeros nueve meses, y con los pocos recursos institucionales, políticos y económicos con los que llegó al poder, sabe que se acerca el momento del parto. Por ahora la ciudadanía festeja al padre de este momento político, con altos niveles de confianza, al margen del brutal ajuste que se viene operando desde el gobierno.
La CGT está a la expectativa. Se habla de un encuentro de algunos dirigentes del máximo organismo gremial en los próximos días con el Papa Francisco. Hay peleas por ocupar los lugares en el avión que los traslade, pero el número es acotado y algunos están enojados. Ah! Eso sí, los Daer -Rodolfo y Héctor-, Pablo Moyano y los de siempre tienen su asiento asegurado. Habrá mas noticias para este boletín... Nunca mejor dicho hoy en el día de la radio.
Comentarios