Se supo desde Estados Unidos que el partido final de la Copa América entre la Argentina y Colombia se postergó por incidentes en el ingreso de hinchas colombianos al estadio Hard Rock Stadium, de Miami.
El partido, que iba a comenzar a las 21, ahora se anuncia que podría empezar a las 22.15, todo un despropósito y una muestra elocuente de la pésima organización de este encuentro, con el agravante que todo eso significa.
Recordemos que el árbitro es el brasileño Raphael Claus y que si al cabo de los 90 minutos sigue el empate, habrá media hora de suplementario y de persistir la igualdad, se define por penales.
Digamos que el que pierda esta final podrá argumentar, no sin razón, que se vio superado por la ansiedad y la depresión por la espera interminable, que prácticamente fue el término de un partido reglamentario antes de que el encuentro en serio comenzara. Copa América, finalísima y verguenza mundial.
Pésima organización, gente herida, gente que entró sin entradas, espacios colapsados, todo un mapa de lo que es este pésimo antecedente para quienes piensan organizar un mundial en el 2026... Verguenza mundial y un circo al que no se puede adherir porque es una bofetada al sentido común, algo así como el menos común de los sentidos...
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