EL REGIMEN DE MADURO APUESTA A UN BAÑO DE SANGRE

 


Había dicho que si ganaba la oposición Venezuela se iba a transformar en un baño de sangre. Esta definición de Nicolás Maduro ya tuvo definición, porque hoy los medios hablan de cuatro muertos y 46 detenidos, con la posibilidad de que esta situación siga agravándose con el correr de las horas.

Maduro ratificó que ganó la oposición con sus dichos porque se aferra al poder y no cede un milímetro para afirmar su dictadura. Incluso manda reprimir a las fuerzas parapoliciales, que amenazaron con tomar la embajada argentina en el país caribeño. Finalmente, eso no ocurrió porque la líder de la oposición, María Corina Machado, alertó a sus militantes que se acercaron a la zona de la embajada y evitaron que las cosas pasen a mayores, porque había encapuchados dispuestos a ingresar a ese territorio argentino en el país hermano.

Hoy se anuncian múltiples manifestaciones en distintos puntos del país y existen temores fundados en lo que pueda ocurrir. 

Ayer se observaron la quema y destrucción de estatuas de Hugo Chávez en lugares donde históricamente el chavismo tuvo su centro. Hoy hasta las propios se dan cuenta de que Maduro representa hoy el fraude en forma exponencial.

Como dijo anoche el analista Carlos Pagni, la apuesta de Maduro es para transformar al país en la Cuba de Sudamérica. No es una expresión antojadiza, porque se sabe que la inteligencia del país de la isla con muchos militares están operando precisamente en Venezuela desde hace tiempo.

Pagni dice que Maduro va a lograr que muchísimos compatriotas sigan emigrando a distintos países para que finalmente queden en Venezuela los adictos al régimen y aquellos que por distintas razones no puedan salir del país.

Una prueba elocuente de lo que Maduro pretende estuvo ratificada en los países que rápidamente adhirieron al régimen, en todos los casos naciones autoritarias, como Irán, Nicaragua, Rusia, China, Qatar, Cuba por supuesto, y otras no tanto pero espiritualmente ensambladas con las ideas del dictador, como Bolivia.

EXPULSION

Se supo recién desde Venezuela que se le dieron 72 horas a los diplomáticos argentinos que residen en nuestra embajada en el país caribeño para que dejen Venezuela. Una complicación mas para la difícil situación que se vive en Venezuela, con las relaciones al borde de la ruptura, por mas que la canciller argentina, Diana Mondino, haya dicho que esa palabra, o sea RUPTURA, está lejos de concretarse por ahora.

Venezuela sigue viviendo las consecuencias de un fraude electoral monumental, que la oposición descarnadamente mostró con el dato de las urnas en el orden del 73,2 por ciento, que les daban una aplastante victoria.

Esa oposición ganó los comicios, y como adelantó el propio Nicolás Maduro el baño de sangre está a flor de piel, con el lamentable saldo de muertos, heridos y detenidos por la dictadura.

¿Y GUAYAQUIL...?

Nadie lo citó pero vale la pena recordarlo. Se cumplieron días pasados 202 años del histórico encuentro de Guayaquil entre José de San Martín y Simón Bolívar, dos próceres de la libertad y la independencia que se reunieron en esa ciudad para acordar los pasos próximos por el tema de la independencia de los países de América.

Después de dos siglos y dos años, la pregunta que está rodando por las cabezas de todos los hombres de bien pasa por imaginar lo que dirían estos patriotas de lo que está ocurriendo en Venezuela, con la feroz dictadura de Nicolás Maduro. San Martín y Simón Bolívar, mas el último que el padre de nuestra patria, seguramente repudiarán con toda intensidad lo que alienta este dictador sanguinario del siglo XXI.

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