Por Eduardo Menescaldi
Día del Padre. Fecha emblemática, sin duda con su veta comercial pero sentida en todo el país para recordar a quienes nos hicieron.
En mi caso, papá Juan Carlos, doctor en ciencias económicas y taquígrafo, pero fundamentalmente PAPA.
Todos los días valen para recordare a Papá, aunque este en particular, tercer domingo de junio, tiene la posibilidad de expresarlo con palabras.
Siempre recurro a mensaje de puño y letra que aparece en la dedicatoria del libro El Congreso que yo he visto, del dibujante, taquígrafo y escritor Ramón Columba, titular de la famosa editorial.
En la dedicatoria papá comenzó diciendo que el libro reflejaba un poco la historia política menuda de nuestro Parlamento, fundamentalmente en las cuatro primeras décadas de este siglo.
La fecha de la dedicatoria, 16 de julio de 1994, o sea se están por cumplir tres décadas.
Es bueno conocer la historia de ese Parlamento "porque ayudará a comprender mejor nuestra Historia, además de ser el reflejo de un Parlamento notable por las personalidades que lo integraron uy la prosa enjundiosa y florida de que hicieron gala en discursos no leídos y en diálogos vivaces e ingeniosos.
Dice papá que el libro fue escrito por "un buen taquígrafo y eximio caricaturista, a quien tuve oportunidad de conocer a comienzos de 1946, cuando hacía pocos meses que había pasado ser integrante del Cuerpo del Taquígrafos del Senado de la Nación y que se jubiló a los pocos meses de iniciarse la primera presidencia de Perón.
Pero Columba, además, fue periodista y a la agudeza e su visión caricaturesca de los hombres políticos unió una prosa estimable y buen observador de la realidad. De alguna manera, vos estás en una función parecida, la de ser taquígrafo parlamentario y también la de periodista.
Creo que este libro ha de serte de utilidad para apreciar mas cabalmente nuestra historia".
Un mensaje gratificante que supo aquilatar con la impronta de papá y que me sirvió de guía para continuar siendo taquígrafo, hasta que llegó la jubilación y como periodista, vocación que mantengo desde estas páginas de Cultivosdequilmes, que sirven para seguir recorriendo el ancho camino del periodismo.
Sin duda hoy mas que nunca tiene vigencia. El Parlamento de hoy no tiene nada que ver con el que pintó Columba y el que resalta Papá, de todas maneras hace a los tiempos que corren.
La pregunta que queda picando es qué pensaría papá de un presidente como Milei o del Parlamento que hoy tiene vigencia en la República, donde hay grieta, groserías, mala praxis, etcétera. Sin embargo la República sigue firme, con la ilusión puesta de que lleguen legisladores que honren a los que hicieron historia y que aparecen en el libro de Columba.
Todavía no apareció quien quiera tomar la posta de Columba y animarse a escribir la historia parlamentaria al menos de los últimas cuatro décadas. Mas allá de las diferencias de prosa, discursos y demás -son pocos los que se animan a pronunciar discursos sin leer- hay que aceptar la realidad tal cual es, aunque, eso sí, aportar la impronta para que cambie el nivel de nuestros legisladores.
Se vive, Papá, una nueva era, una etapa de cambios. Atrás está quedando lo que podría llamarse Régimen y hay una luz de esperanza, tal que al final del túnel aparezca esa imagen que vuelva a convertir a nuestro querido país en un crisol de razas, pensando en todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino, como reza la Constitución.
!Feliz día, Papá Juan Carlos!
El deseo de tus hijos, nietos y bisnietos....
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