DESPUES DE LA GOLEADA EN CONTRA, ¿QUE PASA EN EL MUNDO QUILMES?

Por Eduardo Menescaldi

 No fue la primera vez, tampoco será la última. Lo cierto es que la goleada que recibió ayer Quilmes en su estadio mueve y conmueve. No perdía en su casa desde el 13 de noviembre de 2023, o sea hace casi siete meses y sorprendió a todos.

Ferro jugó un gran partido, acertó todas las acciones que generó en el arco del debutante Maximiliano Gagliardo -tiene 41 años, una gran experiencia y ocupó el lugar que dejó Esteban Glellel, convocado por la selección de Siria- y se llegó a un resultado inesperado e insólito. Difícil que Ferro encuentre en el futuro tantas ventajas como las de anoche. Pero supo aprovecharlas y dejó picando en el ambiente una sensación de impotencia.

El colega Germán Rodríguez dijo que al equipo le faltó "actitud" y cuando se recurre al diccionario para analizar la definición, nos encontramos con la síntesis de esta expresión: falta de expresión de ánimo y físico. La actitud es el comportamiento que emplea un individuo frente a la vida. En ese sentido se puede decir que es su forma de ser, su comportamiento, es actuar. También puede considerarse como cierta forma de carácter por tanto secundario frente a la motivación biológica de tipo primario, que impulsa y orienta la acción hacia la determinación.

En todo caso, de ser así, habrá que indagar en el plantel y en el cuerpo técnico los motivos de esa sensación. Y ni siquiera se puede poner en el tema la visita del presidente de AFA, Claudio Chiqui Tapia, al club (en todo caso habría que haber aprovechado esa circunstancia, recordándole, con actitud, que Quilmes tiene derecho a que le devuelvan los tres puntos que injustamente le quitaron... El caso Chacarita es el mejor ejemplo para justificar el reclamo).

Pero volviendo a la realidad: el equipo venía mostrando falencias y algún declive en su rendimiento -ninguno puede mantener el nivel todo el tiempo- pero si la causa de la enfermedad es la actitud, entonces habrá que buscar remedios para resolver ese problema.

Ahora se viene un partido que seguramente será duro como todos, porque el ascendido San Miguel, con un técnico experimentado y sabio como Coleoni, va a tratar de aprovecharse del momento que atraviesa el equipo de Franco.

No olvidar que después de este encuentro habrá un parate en el certamen y a Quilmes se le vendrán dos partidos de visitante ante rivales del sur del Conurbano, como Temperley y Talleres de Remedios de Escalada, para recién volver a casa en los primeros días de julio para recibir a Estudiantes de Caseros.

O sea que se viene un mes de reflexión, de análisis, de poner las cosas sobre la mesa y de buscar la manera de superar esta crisis.

Si es falta de actitud el problema, entonces habrá que recuperarla, y en ese sentido el técnico tendrá que buscar con el plantel la mejor fórmula para salir del pantano.

Quizás estén faltando refuerzos y habrá que esperar que desde la dirigencia se trate de saldar ese déficit.

En el mundo Quilmes momentos como el de anoche se han vivido por doquier y sobremanera. La búsqueda del ascenso se hace cada vez mas difícil, porque este torneo es muy duro, y si bien todos buscan lo mismo, se sabe que al final llegan dos para jugar por el primer ascenso y después está el reducido para alcanzar el segundo.

Cuando soplan los vientos en contra, hay que tener temple, poner los pies sobre la tierra y unirse mas que nunca para salir del pozo. San Miguel será el desafío mas cercano, luego el receso y después, la necesidad de inflar el pecho, mirar hacia adelante y seguir el camino que todo el mundo Quilmes anhela.

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