Hoy a las 21 y mañana a las 20, vuelve una obra icónica de la historia teatral quilmeña. Se trata de "Picnic... un río con historia", de Adrián Mulet y Gustavo Castignola.
La cita es a la gorra en Casa de Arte Doña Rosa, Colón 279, Quilmes. Las funciones serán durante todo este mes.
Esta pieza comenzó en el año 2002 y a lo largo de los años se transformó en una cita obligada de los quilmeños para disfrutar de la historia de la ribera con todos los avatares políticos y sociales de los años que van desde la década del 30 del siglo pasado a nuestros días.
Todos los años se mantiene el formato, con una actualización y renovación de artistas. Siguen algunos de los históricos y los casting que se hacen determinan la llegada de nuevos integrantes, en un escenario que llega a tener arriba unas 40 personas.
Siempre dice Gustavo Castignola, alma mater de la Casa, que Picnic... se transformó en la concreción de los sueños que siempre ha tenido, incluso autodefiniéndose como fabricante de sueños.
Personajes como el gallego, el tano, los recreos históricos del río (léase El Zorzal como el mas recordado), los chicos y los grandes, todos conjugan en una propuesta que mueve y conmueve.
Castignola ha dicho que el río de Quilmes no tiene nada que envidiar al Nilo, al Ganges o al Támesis. Tiene su magia y sus duendes que atrapan en esta historia.
No olvidar que la quilmeña fue la primera rambla argentina, mucho antes que la tan popular de Mar del Plata. Por eso la historia comienza con el corte de cintas, donde se mezcla la parte eclesial, con el cura, la política -el doctor Truchetti es una caricatura del política argentino- y la sociedad. Todo eso enmarcado en la historia política argentina a lo largo de todos estos años, con tantas idas y vueltas.
La obra está vestida de temas musicales atractivos, contagiosos, que se disfrutan en toda su intensidad.
Y aparece siempre el fabricante de sueños que recita su ritual: "Yo fabrico sueños, los hago a medida/ Acérquese y vea qué curiosidad/ en este escenario y bajo estas luces/ despiertan las musas de nuestra ciudad.
Vea, yo no miento, entre que empezamos/ hoy cantan los mudos y los ciegos ven/ soy de los que creen que las vacas vuelan/ y que Doña María puede ser vedette.
Usted tal vez piense que me he vuelto loco/ eso es lo que dice siempre mi mujer/ a veces se asusta mientras yo me creo/ un díua el Quijote y otro día Gardel.
Ya sée, no me cuente, le duele la vida.../ el amor esquivo, el destino cruel/ al final de cuentas y después de todo/ a mí me pegaron tanto como a usted.
Vamos no se rinda, la vida es sainete/ ya está el decorado listo para el show/ venga con lo puesto y nuestra vestuarista/ dejará su facha como un Napoleón.
Esta vieja casa llena de colores/ la habitan ilusos, locos como yo/ venga a Doña Rosa y tire la chancleta/ Yo fabrico sueños en cada función".
Por la galería de Picnic... desfilarán personajes como los pitucos, las chicas de la casilla, el motorman, Don Carmelo, Filomena, el Pochoclero, Juan Domingo y María Eva, Cartucho, Palangana, los abuelos, el cura milagrero, los turistas...
Quien la vio seguramente volverá a hacerlo, y quien no tuvo oportunidad de verla, recibirá el impulso para acercarse porque va a disfrutar de una hora y media que no olvidará nunca.
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