Sin duda el paro del próximo jueves 9 de mayo será contundente, sobre todo porque adhieren los gremios ligados al transporte. Sin colectivos, trenes, aviones, subtes, camiones, etcétera, el que quiera trabajar ese día tendrá que recurrir al automóvil, si lo tiene o a alguien de su confianza que lo traslade.
Los sindicalistas, apodados con ironía "los gordos", ejercen un poder brutal sobre la ciudadanía, prácticamente "obligando" a no poder ir al negocio, el trabajo, el colegio o donde fuere.
La pregunta pasa por saber qué hace el que no está de acuerdo con la medida de fuerza, la segunda en esta magnitud para un gobierno que está cumpliendo apenas cinco meses. Todo un despropósito digno de ingresar al créase o no de Ripley.
De todas maneras por las redes sociales se está distribuyendo un mensaje que representa al ciudadano argentino que no adhiere a ninguna clase de paro general ni nacional ni provincial.
Se recuerda que la CGT nunca hizo absolutamente nada por los trabajadores, y ahora quiere generar el caos social.
Se recuerda que el 57% de los argentinos no adhieren a las actitudes golpistas y antidemocráticas del ente sindical.
Asimismo se recuerda que esa CGT estuvo cuatro años dormida con una inflación del 900%, sin importarle las consecuencias. ¿Ahora se acuerdan?
Habrá que ver de qué manera este mensaje cala hondo en la ciudadanía, que no está dispuesta a ser esclava de los gordos de la CGT, encabezados por Pablo Moyano, Héctor Daer, Carlos Acuña, los Baradel, los Grabois, los Belliboni... y siguen los nombres.
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