Si la ley de Bases y el Pacto Fiscal llegan algún día a ver la luz de la sanción, atrás dejarán una larga serie de debates, chicanas, confrontaciones, grietas, etcétera.
El presidente Javier Milei ya superó los cinco meses de gobierno y todavía no consiguió que el Congreso le sancione algunas de las leyes que considera esenciales para realizar su plan de gobierno.
Mas allá de que Milei diga ahora que podrán "salir" en junio o julio la realidad, que es la única verdad, dice que las iniciativas están empantanadas.
Después del sinuoso paso por Diputados, la presencia en el plenario de comisiones del Senado sigue encontrando obstáculos.
Recordemos que aquella primer ley, que se conoció con el apelativo "ómnibus" por contar con mas de 600 artículos, fue poco a poco viéndose reducida a menos de la mitad.
Sin embargo, en el Senado está el kirchnerismo duro, el cristinismo auténtico, que sigue poniendo palos en la rueda y que está empeñado en lograr que no pueda sancionarse. Desde ya en la Cámara alta habrá modificaciones que obligarán que el paquete vuelva a Diputados, para insistir en su decisión o terminar aceptando los cambios que lleguen del Senado.
Mientras se sigue debatiendo en el Senado, ya se conoció que el debate en comisión seguirá el próximo martes, lo que hace prácticamente imposible que haya sanción antes del 25 de Mayo, como quería el gobierno para sellar en Córdoba el llamado Pacto de Mayo.
Pese a ello por ahora se dice que haya o no sanción, el encuentro en la Docta se hará igual, con los que estén de acuerdo con participar del acuerdo de diez puntos que en su momento anunció el presidente Javier Milei.
Mientras todo esto ocurre, la grieta sigue firme en esta Argentina de Milei, y anoche se tuvo una prueba elocuente de esta realidad, con la participación del dirigente piquetero, Juan Grabois y del hombre del oficialismo, Marra. Hubo duros cruces, acusaciones, chicanas y todo el condimento que se puede considerar en esta Argentina de doble mano.
Marra golpeó a Grabois con las acusaciones que están recibiendo las organizaciones sociales por malos manejos de los planes, comedores truchos, punteros que se quedaban con dineros del Estado, y la olla a presión que sigue abriéndose en este hecho, que incluso tiene el condimento con cuadernos en los que se anotaban a los que concurrían a las marchas y se castigaba severamente a los que no lo hacían, con la extorsión de sacarles plata.
Grabois, por su parte, acusó a Marra de ser responsable de un gobierno que con el ajuste está hambreando al pueblo.
En medio de este choque de dos maneras de pensar la Argentina, sacude a la opinión pública la denuncia contra una jueza de La Rioja, quien fue descubierta in fraganti pidiendo una millonaria coima. Deschavada presentó la renuncia, aunque ahora se le advirtió que no podía hacerlo (como lo hizo en su momento el inefable Oyarbide) que debe quedar sometida a un jury, que seguramente la va a destituir y por ende, dejará de percibir una eventual jubilación de privilegio.
Argentina, tierra de amor y venganza, decía la telenovela... Y trasladada al mundo país no puede dejar de hacerse el parangón.
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