Por Eduardo Menescaldi
La multitud que colma la Plaza de Mayo es una manifestación récord para avisarle al gobierno nacional que no puede dar la espalda a la educación pública y a las universidades nacionales.
Nadie en su sano juicio puede desconocer la importancia de la materia educativa y hasta los que no participan de la manifestación seguramente coinciden con el punto de encuentro que establece la convocatoria.
Sin embargo, en un país "avenida" como el nuestro bien vale hacer una reflexión. Porque por un lado corre la necesidad de mayor presupuesto para las universidades -desde el gobierno se expreso que se hicieron transferencias en ese sentido por casi un 200 por ciento- y por el otro está la advertencia del gobierno de auditar o sea controlar el manejo de los fondos.
Hay muchos ejemplos en el pasado reciente, sobre todo en los últimos cuatro años del gobierno de los Fernández, que ponen en tela de juicio el destino del dinero. Hay mucha tela para cortar en la materia y eso es lo que pretende controlar el gobierno.
Hoy es el día en que se recuerda el fallecimiento de dos grandes de la literatura universal: William Shakespeare y Miguel de Cervantes Saavedra, el primero el gran creador de la tragedia teatral con sus inmortales obras como Romeo y Julieta, Macbeth, Otelo, Hamlet... y el otro con su obra cumbre, Don Quijote de la Mancha.
En algún lugar de la plaza de Mayo hoy estarán flotando los duendes de los personajes creados por estos autores, y se lo verá a Don Quijote, siempre con su fiel escudero, Sancho Panza, luchando contra los molinos de viento que asolan a la EDUCACION, y también a Shakespeare con su mítico Hamlet, jugando con la calavera del "ser o no ser" argentino. Juntos en este día, en esta histórica plaza, abogando por un país que merezca ser vivido.
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