Sergio Maravilla Martínez estuvo en el club Quilmes Oeste, oportunidad en que dio una charla a alumnos de boxeo de la escuela que funciona en la entidad, y que conduce el tío de Maravilla, Carlos Paniagua.
La ocasión fue propicia para que el ex campeón del mundo cuente todos sus sentimientos, con el boxeo como la principal bandera.
Maravilla respondió a las preguntas de los periodistas asistentes. aunque previamente hubo una presentación a cargo de Sebastián Rafanelli y dio la bienvenida el presidente del Quilmes Oeste, Alejandro Mittica.
En la primera pregunta se habló de su salida de Argentina "con una mano atrás y otra adelante", aunque con el título de campeón nacional.
Sergio reconoció que se le hizo difícil hacer carrera en España, debió realizar distintas actividades para sobrevivir hasta que llegó al gimnasio de Atocha, de la mano de quien en ese momento se destacaba como boxeador, Sarmiento.
La oportunidad fue propicia para recordar que en ese tiempo hubo un terrible atentado terrorista en la estación de trenes de Atocha, con un lamentable saldo de muertos.
"Yo iba en ese tren a Atocha, y lo hacía en forma reiterada, pero la diosa fortuna hizo que en esa oportunidad no tuviera que viajar y me salvé. Es el destino, sin duda".
Explicó que en Europa fue realizando una importante carrera boxística, creciendo en lo que realizaba hasta llegar a sumar títulos en el continente europeo.
SUEÑOS DE BOXEADOR
En todo momento Maravilla repitió que siempre quiso ser boxeador y desde el vamos imaginó que iba a ser campeón mundial. Sin duda influyó muchísimo la gestión de sus tíos y entrenadores, en una familia donde se respiraba boxeo.
Fue una infancia y adolescencia humilde, pero con muchas convicciones y en su caso, con la seguridad de que con esfuerzo y dedicación se podían alcanzar los mas importantes logros.
Al respecto, le mencionamos el caso de otro Sergio -Víctor Palma, quien fue campeón mundial- que también se hizo de abajo, pero que desde chico soñó con ser boxeador, desde los cinco años en que vio una pelea por televisión de blanco y negro. Ahí Palma aseguró que iba a ser boxeador y también, campeón del mundo, como finalmente ocurrió en los 80 en Japón.
Este Sergio Martínez tuvo siempre la sensación de que iba a llegar lejos con el deporte de los puños, pero nunca se quedó dentro del espacio acotado del ring. Al contrario, fue desarrollando otras actividades, que hoy lo convierten en un tremendo showman.
Adelantó que está dando charlas en todo el país. Mañana será Córdoba, pasado Cruz del Eje, y otros lugares.
Tiene muchos proyectos en carpeta, que no quiso adelantar.
CUERPO Y ESPIRITU
En la charla había alumnos de la Escuela de Boxeo de Carlos Paniagua que funciona en el Quilmes Oeste. A estos chicos Sergio les dio consejos, les explicó que todo es cuestión de sueños, valores, esfuerzo.
Habló de cuerpo y espíritu, y señaló que a su entender el boxeador debe atacar en el otro el espíritu, porque no se trata de apuntar al cuerpo sino al espíritu. "Al que hay que derrotar es al espíritu. Cuando alguien dice que está bajoneado, en realidad lo que está señalando que tenía debilitado el espíritu".
NO VA MAS
Maravilla nació el 21 de febrero de 1975. O sea que este año cumplió los 49. Habló de la pelea que no fue y que iba a disputarse en noviembre del año pasado por el título mundial, y que se frustró por una serie de cuestiones. Sin embargo, reconoció que a los 49 ya no se tiene la juventud o la potencia de los 35, lo que obliga a buscar otros caminos.
Reconoció que no siente ser padre. Ironizó al decir que "no tengo hijos... salvo que aparezca alguno por ahí".
Alguien le recordó como anécdota que alguna vez antes de una pelea el señor Luis Alonso le regaló una camiseta de Quilmes y que combatió con indumentaria.
Resaltó que cuando era chico, además del boxeo, amaba el fútbol y soñaba con ser futbolista. Incluso recordó que alguna vez tuvo la posibilidad de probarse en Los Andes, el club de las mil rayitas de Lomas de Zamora. Sin embargo, tíos mediante, ganó espacio el boxeo.
"Siempre dijo que iba a ser campeón mundial, muchos antes de que eso pasara".
Recibió como regalo de las autoridades del club un hermoso mate.
FRASES
Maravilla se destaca por sus frases.
"Todo lo malo que puede pasar a mi alrededor me alimenta".
"En las difíciles me agrando, en las difíciles resuelvo mejor las cosas".
"El secreto de mi éxito es el trabajo".
"La vida y el boxeo tienen algo en común, no se cansan de dar golpes duros".
"La vida no es corta, el problema es que pasamos mucho tiempo haciendo nada".
"La vida del campeón es una mentira porque es fugaz".
"La vida real es llegar a mi casa, estar solo, lavar los platos...".
"¿Cuál es el primer libro? La Biblia. Del segundo no se acuerda nadie".
"Yo quería ganar el título a los golpes, pero no se gana con los golpes sino quitando los golpes".
Una de las premisas fundamentales de Maravilla se puede condensar en la frase: hay que seguir los sueños y jugarse todo por ellos, con esfuerzo, con sacrificio, con voluntad y con la convicción de saber que se puede lograr.
SALON DE LA FAMA
En setiembre de este año Maravilla será incorporado al Salón de la Fama de Atlantic City, junto a Carlos Monzón, Pascual Pérez, Nicolino Locche y Víctor Galíndez, donde también estan el entrenador Amílcar Brussa y el promotor Juan Carlos Tito Lectoure.
INCREIBLE
En esta velada en el Quilmes Oeste, quien escribe esta nota quedó conmovido, porque antes de hacer una pregunta, Maravilla Martínez me recibió con un shockeante...!Menescaldi...!
LUIS BLANCO
En uno de sus entrañables recuerdos, Maravilla mencionó al jurado de boxeo, el quilmeño Luis Blanco, que utilizaba en sus notas el seudónimo de Luis Biancou, que fue el que desde el principio le vio condiciones a tal punto que fue el que le dio el apodo de Maravilla.
Y recordó los encuentros que se daban en el restaurante La Fiola, en la calle Alvear y Lavalle en el centro quilmeño.
Comentarios