Rosario se ha convertido en un reguero de sangre. El asesinato de dos taxistas, un colectivero y ahora un playero -Bruno, de 25 años, matado por un sicario con imágenes que impactan- ha transformado a la ciudad santafesina en un epicentro de la violencia, con la acción de los narcos por doquier.
El gobierno nacional dice que ahora va a tomar el toro por las astas, con el propio presidente de la Nación a la cabeza ("son ellos o nosotros" sostuvo), la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que mañana viaja a la ciudad para anunciar una serie de medidas para combatir de lleno al flagelo, comienzan a buscar la fórmula para quebrar la acción narco que tanto mal le ha hecho a la ciudad.
Hoy Rosario no tiene taxis ni colectivos, mañana no habrá clases, el miedo hace pata ancha en la ciudada y los resultados solo podrán verse con el tiempo.
Los periodistas que mas conocen "la verdad de la milanesa", sobre el problema Rosario y los narcos que manejan la situación, mas allá de estar en la cárcel, en todo caso desde ahí deciden los crímenes que se cometen, han puesto el acento en la situación.
Hugo Alconada Mon, del diario La Nación, Germán de los Santos, corresponsal del mismo medio en Rosario, han publicado múltiples notas sobre la realidad de Rosario e incluso suelen alertar por la connivencia entre la política, la policía, la justicia, etcétera, enganchados con los narcos y sometidos a ellos.
El crimen organizado manda en Rosario y eso se manifiesta en el momento que vive la población, con el terror a flor de piel.
Hay terrorismo en la ciudad, ha dicho la propia ministra Bullrich, y habrá que ver si la nueva política para combatir la cuestión tiene efectividad.
Porque, por mas cantidad de fuerzas que se acerquen a la ciudad santafesina, la realidad es que los narcos están ahora unidos, han dejado de lado el enfrentamiento de otrora por ocupar el lugar mas importante, y si no se rompe esta problemática, la cuestión se va a seguir complicando.
No hay que olvidar que los narcos no tienen problemas para amenazar al gobernador, a los fiscales, a los periodistas, a los docentes... e incluso poner la violencia en acción, como la terrible imagen del sicario que se acercó a la playa de estacionamiento y a sangre fría mató al joven Bruno.
Quizás esta imagen se convierta, como ocurrió alguna vez, en la repercusión que tuvo en su momento el caso Blumberg, que movilizó multitudes.
Hoy en Rosario hay cacerolazos, miedo, preocupación, shock, y se espera la llegada de gendarmes, policías federales, así como apoyo logístico de las Fuerzas Armadas, con camionetas y vehículos para incrementar el patrullaje, con el agregado de que dichas fuerzas no puede intervenir en la lucha contra los narcos.
"Los grupos mafiosos manejan mucho dinero y también, el miedo. En los últimos tiempos los narcos balearon varias casas de jueces y esos magistrados cuando fueron a declarar mostraron la vigencia del miedo" sostuvo el periodista De los Santos.
"Nosotros vamos a llevar mas efectivos, de la gendarmería, la prefectura naval, estaremos bajando lanchas inteligentes para el control de la hidrovía, estamos trabajando con la policía federal en investigación e inteligencia criminal..." dijo Patricia Bullrich.
Ojalá que el crimen de Bruno, con imágenes que seguramente recorrerán el mundo, sirva para que de una vez por todas se tome conciencia de la realidad que se vive. Ahora parece que el actual gobierno decide hacer frente en realidad a la cuestión, no como ocurrió en los últimos cuatro años y la falta de severidad en la política que manejó el anterior ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.
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