Hay un viejo dicho que sostiene que "no se trata del chancho sino de quien le da de comer". Vale para analizar la controversia que se generó con la cantante Lali Espósito, los dichos del presidente Javier Milei, la palabra de la propia artista y de otros colegas, incluso la defensa que realizó de Lali su novio mediático.
Lo cierto es que se mezclaron las cosas porque se quiso hacer creer que criticar el cachet de Lali Espósito, sobre todo si viene del Estado -nacional o provincial- significaba hacer tábula rasa con la cultura.
El propio artista León Gieco respondió con un tema que habla de "la cultura..." y en el mismo sentido se pronunciaron otros cantantes.
Aquí lo que habría que tener en cuenta es que desde el gobierno nacional se reitera hasta el cansancio de que no hay plata, que hay que ajustar los cinturones y tratar de evitar los gastos superfluos. Por eso, el gobierno nacional justifica los recortes, la anulación prácticamente de los fondos discrecionales a las provincias y demás.
Milei recomendó a los gobernadores que se quejan por la eliminación del fondo de incentivo docente, los subsidios al transporte en las provincias, entre otras cosas, que eliminen las pautas -se lo dijo al gobernador de Córdoba y agregó, con ironía, que esas pautas eran para que hablen bien de el- y que bajen los recitales. En el caso puntual habló de Lali Espósito y sus cachet, tanto en la provincia de La Rioja con el gobernador Quintela como en el Cosquín Rock en Córdoba.
Digamos que hay asimetría entre el presidente y la cantante. Incluso Lali invitó a Milei a su próximo espectáculo, de todas maneras todo pasa por el dicho del comienzo: no se trata de Lali sino de quien le da de comer.
Aquí, en síntesis, no está en discusión la cultura y sus valores, pero en un país con alta inflación, desocupación, pobreza, indigencia, lo que debe hacerse es racionalizar los recursos y evitar el despilfarro. Al menos ese parece ser el mensaje del presidente.
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