Seguramente el debate por la ley ómnibus va a quedar en la historia política, legislativa, y lo que corresponda del país. Porque empezó el miércoles, siguió ayer jueves y hoy se reanudó con los respectivos cuartos intermedios.
Mas alla del calor reinante -hoy se habla de llegar a una sensación térmica que orille los 40 grados- y de los incidentes ocurridos en las inmediaciones, con la provocación de la izquierda, a la que asoció el kirchnerismo y la represión policial, teniendo en cuenta el protocolo antipiquetes dispuesto por el Ministerio de Seguridad nacional encabezado por Patricia Bullrich- los oradores se suman sin solución de continuidad y a esta altura del día todavía faltan varios discuros, incluidos los cierres de debate de los titulares de los bloques, que disponen de veinte minutos para exponer.
Se dice que a media tarde podría llegarse a cumplir todo lo relativo a los discursos, por lo que a esa hora llegaría la votación en general, con la expectativa que tiene el oficialismo de lograr el resultado positivo, frente a la feroz oposición -izquierda y Unión por la Patria-.
Si esto ocurre, todavía faltará el capítulo de la aprobación en particular, esto es, artículo por artículo, con las posibilidades de propiciar modificaciones. Se dice que esta etapa podría pasar para la semana próximo, lo que haría que si se logra la aprobación en particular la iniciativa pase al Senado, que tendrá su tiempo de tratamiento. Es muy posible que el gobierno tenga que estirar las sesiones extraordinarias hasta fin de febrero (por ahora concluyen el 15 de febrero).
Al margen de toda la discusión y el seguimiento del debate, tanto por el canal de la Cámara, Diputados TV como por los distintos medios, quedará como dato fundamental el hecho de un debate de muchísimas horas con temas esenciales para un país que quiere salir del clima de postración que ha vivido en los últimos cuatro años de kirchnerismo y apostar a un cambio para que de una vez por todas se retome la senda de crecimiento.
También hay que recordar que ha habido una modificación fundamental del proyecto original, porque de aquella iniciativa de 664 artículos hoy el proyecto tiene apenas 224, o sea ha tenido una poda de 240 artículos. Eso no significa que no se traten nunca sino que se posterga el análisis para la etapa de las sesiones ordinarias del Parlamento, que están previstas para el 1 de marzo, cuando el presidente Javier Milei pronuncie el discurso de apertura.
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