Mientras sigue su gira por Israel -estuvo en el Muro de los Lamentos y se reunió con el primer ministro Natanyahu- el presidente de la Nación no descuida la marcha de su gobierno en el país, fundamentalmente en el tema de la llamada ley ómnibus, que ayer volvió a comisión.
En un reportaje Milei reconoció que había dado la orden de que el proyecto regrese a comisión, en virtud de los palos en la rueda que a su entender le estaba poniendo la oposición al proyecto. Dijo que estaban descuartizando la ley y calificó de delincuentes y extorsionadores a diputados y gobernadores.
Así las cosas, se generó un clima de incertidumbre sobre el destino de la ley. Retomar el camino que empezó a fines de diciembre cuando la ley ómnibus llegó al Parlamento, parece muy difícil de transitar.
Por eso existe interés, preocupación y polémica sobre los pasos que se van a seguir en la materia.
Lo que se lamentó en el ámbito político e institucional fue la decisión del presidente de publicar los nombres, los rostros y los datos de los diputados que votaron en contra, a los que calificó con duros términos y a los que terminó llamándolos "traidores".
Algunos dijeron que la actitud del presidente parecía sacada del kirchnerismo mas duro -se recordó aquella propuesta K en su momento de invitar a los argentinos a repudiar y escupir a los periodistas en Plaza de Mayo, periodistas a los que calificaban de enemigos del kirchnerismo- y eso activó los análisis de los especialistas que ven con preocupación los pasos que se van a dar en el futuro.
Muchos analistas culpan al oficialismo y a sus representantes en el resultado de esta frustración, como es la vuelta a comisión de esta herramienta a la que el gobierno le daba lugar fundamental.
Las críticas van hacia Oscar Zago, presicdente del bloque de la Libertad Avanza, al propio Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados y a algunos funcionarios, quizás pecando por la falta de experiencia en las lides políticas.
El tiempo dará su veredicto frente a esta situación, pero los festejos de los diputados de Unión por la Patria -increíbles por cierto, ya que vale preguntarse y preguntarles qué estaban celebrando- convierten al país en un campo de Agramante. Con los responsables de este desastre actual bailando al compás de la inexperiencia de un gobierno inesperado e inefable, con un líder, que desde Israel da las órdenes con los resultados a la vista.
Frente a la necesidad de avanzar, fue un tremendo paso atrás.
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