Se creía que el caso estaba cerrado, sin embargo en estos días sorprendió al Quilmes AC la decisión de la FIFA, entidad madre del fútbol argentino, que anunció inhibir al decano del fútbol argentino, frente a una disputa que tiene ocho años de antiguedad entre el QAC y la entidad chilena Unión La Calera.
Vale recordar que en el 2016 fue incorporado a préstamo el arquero Lucas Gióvini, de 35 años, sin haber jugado un solo partido, y en las vísperas de los comicios, que fueron el 31 de julio de ese año.
Con la firma del entonces presidente, Andrés Meiszner y del secretario del club Roberto Guglielmetto-quien dijo que le habían usado la firma- se hizo uso de la opción por el futbolista del orden de los 900 mil dólares. Eso ocurrió el día anterior a las elecciones del domingo, que ganó la fórmula encabezada por Marcelo Calello, que derrotó por amplio margen al oficialismo (vale recordar que Andrés Meiszner estaba a cargo de la presidencia porque el presidente Aníbal Fernández estaba de licencia por su función en el gobierno nacional).
La nueva directiva desconoció el episodio Giovini, y sufrió la demanda del club chileno, que reclamó los 900 mil dólares de la opción. Hubo una gestión judicial del club ante el TAS, el tribunal deportivo internacional de FIFA, que reconoció el derecho del club que se encontraba en concurso de acreedores.
El TAS respondió el reclamo del club, confirmó que el club estaba en concurso de acreedores y asegurpo que ¿ el tema Gióvini debía ser resuelto en el marco de esa figura. Nunca el club trasandino reclamó ante el concurso, y la cuestión parecía estar cerrada.
El presidente del club, Mateo Magadán, se mostró sorprendido por la decisión de FIFA y se hizo presente en el juzgado Nro. 3, a cargo del concurso, para recabar documentación respaldatoria que permita levantar la inhibición, que impide incorporar futbolistas.
También hay que recordar que la decisión del presidente Andrés Meiszner, en el 2016, fue en forma autónoma, se tomó la atribución de la comisión directiva y dejó al club pedaleando en el aire, con el agregado de que quedaron profundas dudas sobre la firma del doctor Guglielmetto. Meiszner se tomó atribuciones que excedieron a la comisión directiva, sobre todo teniendo en cuanta que advertía que iba a perder en forma contundente las elecciones, como finalmente ocurrió.
La comisión directiva encabezada por Marcelo Calello debió recurrir al concurso de acreedores para afrontar una pila de deudas que dejó la administración Andrés Meiszner-Aníbal Fernández.
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