Es rapero, tiene fama, pero se convirtió en un incitador a la violencia en el marco del festival Cosquín Rock. Se trata de Dillom, quien en un tema cantó que había que matar a Caputo en la plaza.
De esta manera cometía un delito frente a la multitud, por incitación a la violencia.
Curiosamente el año pasado fue declarado personalidad ilustre por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Otra que hizo política en el Cosquín Rock fue la conocida cantante Lali Espósito, quien se sintió afectada por declaraciones del presidente Javier Milei, por lo que cobró en un recital en La Rioja. El gobernador Quintela, quien está reclamando fondos a la Nación, se dio el gusto de contratar a Lali, y dicen que el cachet fue de 34 millones de pesos.
Con este antecedente, Lali se la tomó con el gobierno y en el festival Cosquín Rock hizo una arenga política, hablando de la cultura y de lo que tiene que apoyarla el gobierno. Pero Lali no entiende que la plata del Estado no puede ser dilapidada en los artistas, por mas jerarquía que tengan. Habló de los antipatria.... pero ella a la hora de facturar cobró del Estado una suma que le dieron sus compatriotas con sus impuestos..
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