Evidentemente, el dirigente sindical, integrante del gobierno de la CGT, Pablo Moyano, demostró esta tarde el motivo por el cual alguien lo bautizó como "el salvaje". Solo un tipo de esa categoría podría mirarse al espejo y entender la expresión que deslizó, referida al ministro de Economía, Luis Caputo. Una amenaza evidente, que caminó por el sendero de la ilegalidad. Dijo que si el ministro aplica las políticas de ajustes, los trabajadores lo van a tirar al Riachuelo. Antes había recordado que ante un periodista, el presidente Milei había dicho que al ministro Caputo el pueblo tenía que llevarlo en andas por el ajuste, y Pablo Moyano respondió que había que llevarlo en andas pero para tirarlo al Riachuelo.
Una manera poco democrática de expresión de un dirigente, que también amenazó a los diputados, peronistas, radicales y demás diciendo que si votan la ley ómnibus y el DNU van a sufrir el escarnio del pueblo.
Y en cuanto a la ley de impuesto a las ganancias que se envió al Congreso desde el Ejecutivo, el sindicalista pidió que se le aplique ese gravamen a las grandes fortunas (¿y por casa, Pablo, cómo andamos?), a las mineras, a las corporaciones, a las retenciones... "pero no al pueblo trabajador".
Lo que quedó de este acto absurdo de hoy, con paro y movilización, quedó reflejado en los carteles y expresiones de distintas agrupaciones, con agravios al presidente, volviendo a poner en el mismo camino a Mauricio Macri con Javier Milei con aquel grito de "Milei, basura...". Hasta se vio una imagen del propio Milei, en cuya cabeza, que parecía cortada, se mostraba a un perro haciendo sus necesidades.
Hace ocho décadas un político de la oposición habló del "aluvión zoológico", y hoy parece que algunos quisieron recordar esa expresión con sus actitudes que podrían sintetizarse en el título de un libro de Juan Perón: La fuerza es el derecho de las bestias...
De todas maneras, hay un bálsamo ante semejante barbaridad, porque Facundo Moyano, hermano de Pablo e hijo de Hugo, dijo públicamente que este paro y movilización debió hacerse hace dos años. "Yo fui parte de ese desastre y los peronistas tenemos que hacernos cargo de las cagadas que nos mandamos...". La familia Moyano, sin duda, piensa de manera diferente ante un mismo hecho. Pablo es el duro, Facundo, el que reflexiona (incluso llegó a decir que estaba de acuerdo con la reforma laboral).
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