Por Eduardo Menescaldi
El secretario general de la CGT, Héctor Daer, cambió su habitual e histórica moderación con una amenaza visible a los legisladores que aprueben el proyecto de ley ómnibus junto a la Libertad Avanza. Les dijo, sin ponerse colorado, que esos diputados no van a poder caminar por la calle.
Curiosa interpretación de la vida democrática de un sindicalista, que pertenece a la llamada legión de los "gordos" de la central obrera, auténticos empresarios, supermillonarios, que están defendiendo a capa y espada sus intereses y sus privilegios, que la ley ómnibus y el DNU ponen en jaque.
Sorprendió la expresión de Daer, quien en mucho tiempo se destacó por su moderación, y que ahora se subió al tren que manejan los Moyano, Hugo y Pablo, quienes siempre fueron duros con el oficialismo actual y mucho mas cuando el presidente Javier Milei pretende ir contra la casta sindical.
Habría que preguntar a Héctor Daer si el puede caminar por las calles argentinas, o a los propios Moyano. ¿Alguien ha podido ver en el supermercado, en el almacén o en la vía pública a uno de estos capitostes sindicales?
En su columna de hoy, el periodista Joaquín Morales Solá, dice que el kirchnerismo es, otra vez, hipócrita cuando se escandaliza por el DNU, cuando durante 16 años "mientras fue gobierno, esa facción política envió el setiembre al Congreso un presupuesto con pronósticos a la baja de todos los resultados de la economía. El Congreso aprobaba esos presupuestos a fines de setiembre. En octubre, algún presidente Kirchner o Alberto Fernández firmaba un DNU ampliando nada menos que el presupuesto nacional. Los números de la economía le permitían esa pirueta en el aire. Convertían al presupuesto, la ley mas seria y solemne del Estado, en un simple y volátil borrador. Guste o no lo que hace Milei, les falta autoridad moral a muchos de sus críticos".
Morales Solá imagina que Milei tendrá seguramente su ley para enfrentar la monumental crisis económica que le tocó, pero no va a tener todo lo que pdiió al Congreso en sesiones extraordinarias. Los legisladores prefieren postergar por ahora los cambios que no influyen en la solución del descalabro económico.
Y aquí el periodista refiere que "solo la corploración sindical es intransigente" y menciona la amenaza de Héctor Daer a los legisladores que apoyen las decisiones del presidente. "Prepotencia pura y dura. El bloque dialoguista está cerca del presidente solo porque coincide con una parte importante de sus propuestas económicas y porque tiene la intención de no debilitar la figura presidencial".
Por su parte, también en La Nación, el columnista Jorge Fernández Díaz reconoce que "justamente los enemigos rancios y destituyentes de Milei son los que nos obligan a defenderlo a pesar de sus inquietantes defectos. No solo fue elegido por el 56% de la población en elecciones limpias. Quienes lo acosarán con armas non sanctas y con golpismo callejero -utilizando incluso sus yerros y a las nuevas víctimas de ellos- son los mismos fanáticos, los mismos barones luctuosos, los mismos estafadores del Estado y los mismos gantsters pobristas que devastaron la Argentina y protegieron a sus líderes ineptos y venales traicionando a sus bases, y multiplicando la pobreza, la marginalidad, y la precarización educativa. Sin autocrítica y con siniestra hipocresía hoy están en pie de guerra contra la persona que fue ungida por las urnas".
Dicen que Perón abrevó la creación del sindicalismo en el país, tomando como base el fascismo de Mussolini. Héctor Daer pareció recordar a su líder, con esa actitud fascista -léase totalitalia y antidemocrática- de amenazar a los legisladores con que no podrán caminar por la calle. Héctor, ¿usted puede caminar por la calle...?
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